El hermoso mensaje del presidente Nelson que compartió 3 meses después de la muerte de su hija en una Conferencia General

Al comenzar a prepararnos para la conferencia general, resaltaremos los discursos de la conferencia del pasado para ayudarnos a revisar, recordar y acercarnos más al Espíritu a fin de poder reconocer mejor la voz y la dirección del Señor este próximo octubre. El siguiente es un extracto de un discurso dado por el presidente Russell M. Nelson en abril de 1995. (Lee el discurso completo aquí)

No hay palabras para describir el dolor que sienten los padres cuando fallecen sus hijos. Solo hay una angustia indescriptible que surge cuando vemos a nuestros hijos, ya sean pequeños, adolescentes o adultos, abandonar este mundo antes que nosotros.

Aunque algunos pueden sentir que están solos en esta experiencia, hay alguien a quien todos los Santos de los Últimos Días conocemos quién vio fallecer a su hija: el presidente Russell M. Nelson.

El 29 de enero de 1995, la hija del presidente Nelson, Emily Nelson Wittwer, falleció de cáncer que se había extendido a varias partes de su cuerpo. Ella tenía 37 años y era madre de cinco hijos. Para empeorar esta angustia, el presidente Howard W. Hunter había fallecido de cáncer solo 33 días antes.

"Junto con mis lágrimas de pesar he deseado haber podido hacer mas por mi hija y por nuestro presidente", compartió el presidente Nelson en su discurso de la Conferencia General de abril de 1995 titulado "Los Hijos Del Convenio"

Dirigiéndose a la Iglesia solo tres meses después de la muerte de su hija, el dolor del presidente Nelson era intenso."Si yo tuviese el poder de la resurrección, me habría sentido tentado a devolverles la vida" dijo, y añadió "Aun cuando he sido ordenado Apóstol, a cada uno de los cuales se le confían todas las llaves del Reino de Dios, no poseo las llaves de la resurrección. Jesucristo posee esas llaves y las utilizara para Emily, para el presidente Hunter y para todas las personas en el propio tiempo del Señor."

Incluso durante esta época de dolor indescriptible, el presidente Nelson también compartió un profundo mensaje de esperanza para los miembros de la Iglesia al definir lo que significa ser hijos del convenio. Al señalar en su discurso que, como hijos del convenio abrahámico, se nos ha prometido el sacerdocio, el presidente Nelson también comparte que a través del nuevo y sempiterno convenio del evangelio, podemos recibir la vida eterna.

"El nuevo y sempiterno convenio del evangelio nos permite hacernos merecedores del matrimonio en el templo y ser bendecidos para salir “en la primera resurrección” y heredar” tronos, reinos, principados, potestades y dominios …” para nuestra “exaltación y gloria en todas las cosas” (véase D. y C. 132: 19)." dijo el presidente Nelson.

A través de la obediencia y el compromiso con el Evangelio y sus ordenanzas, entonces nos convertimos en "herederos legítimos, según la carne" (D. y C. 86: 9) y seremos bendecidos,"si perseveráis en mi bondad, siendo una luz a los gentiles, y por medio de este sacerdocio, un salvador para mi pueblo Israel" (D. y C. 86:11), sin importar cuánta adversidad podamos enfrentar en esta vida.

"Las recompensas de la obediencia a los mandamientos casi exceden a la comprensión de los mortales", compartió el presidente Nelson."Aquí, los hijos del convenio se vuelven una especie de almas resistentes al pecado; y, en la vida venidera, el presidente Hunter, Emily, otros hijos del convenio, y “cada generación será unida a la precedente … [en] la divina familia de Dios” (Joseph Fielding Smith, en “Conference Report”, oct. de 1950, págs. 13-14). Es un gran consuelo saber que nuestros seres queridos estén ligados a nosotros por medio de los convenios."

Cerrando sus comentarios, el presidente Nelson prometió: "Con esa doctrina arraigada en lo profundo de nuestra alma, el aguijón de la muerte (1 Corintios 15:56) se atenúa y se recibe protección espiritual. Los hijos del convenio serán bendecidos en esta vida y en la venidera, testifico en el nombre de Jesucristo. Amen."

¡Qué hermoso testimonio de nuestro profeta y un recordatorio para nosotros sobre el consuelo que el Evangelio puede brindar a medida que nos esforzamos por ser obedientes a los mandamientos de Dios!

Fuente: mormonlight.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

@mormonorg