5 Mitos de la Segunda Venida y la verdad detrás de ellos

Traducción por Dastin Cruz

Al trabajar como educador religioso durante casi cuatro décadas, me ha complacido presenciar un aumento significativo de lo que podría llamarse alfabetización bíblica o erudición evangélica entre los jóvenes de la Iglesia. Este es un tributo a madres y padres devotos, consejeros y maestros, instructores de seminario e instituto. Nuestros miembros son simplemente más capaces y expertos en utilizar los libros canónicos para encontrar respuestas a sus preguntas, buscar guía divina y explicar o defender las enseñanzas del Evangelio restaurado para aquellos que no son de nuestra fe.

Y, sin embargo, hay ciertos conceptos erróneos, ideas insostenibles, mitos que persisten entre nuestros miembros. Recientemente escribí sobre cinco mitos sobre el Milenio. Permítanme ahora sugerir algunas nociones erróneas que he encontrado sobre la Segunda Venida de Jesucristo.

Mito # 1: Cada persona en la tierra habrá escuchado el mensaje del Evangelio restaurado antes de que el Señor regrese en gloria. 

Supongo que esta idea se ha extendido debido a la declaración del Salvador en el Monte de los Olivos: “Y otra vez, este Evangelio del Reino será predicado en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin, o sea, la destrucción de los inicuos” (José Smith-Mateo 1:31).

En otra parte leemos que “el pregón tiene que salir desde este lugar a todo el mundo y a los lejanos extremos de la tierra; el evangelio ha de ser predicado a toda criatura, y las señales seguirán a los que crean” (D. y C. 58:64).

Sí, cada hombre y mujer que llega al planeta tierra tendrán la oportunidad de escuchar y recibir la plenitud del Evangelio, en su propia lengua (D y C 90:11). Pero todos sabemos que muchos de los hijos de nuestro Padre no tienen esa oportunidad en esta vida; por lo tanto la poderosa y expansiva obra de predicar el Evangelio va hacia adelante más allá del velo de la muerte en el mundo espiritual (D. y C. 138).

Además, la obra del recogimiento, lo cual es en realidad la obra misional, el proceso por el cual los pueblos de la tierra se juntarán con Cristo, su Evangelio, su doctrina, su Iglesia, y a las congregaciones de fieles (véase 1 Nefi 15: 13-15; 2 Nefi 6: 10-11; 9: 1-2; 10: 7-8) seguirá adelante en el gran Milenio, después de su venida en gloria.

Esta reunión será de una magnitud tal que hará que todas las reuniones anteriores casi desvanezcan en insignificancia (véase Jeremías 16: 14-17; 1 Nefi 22: 24-25; 2 Nefi 9: 2; 30: 6-18; 3 Nefi 21: 25-26). Todos escucharán, sin duda, pero no necesariamente antes del regreso del Maestro.

Mito # 2: Antes de que Cristo regrese en gloria, se les pedirá a los miembros fieles de la Iglesia que se muden a Misuri, el centro de Estaca de Sion.

Durante muchos años, se esperaba que las personas que se unieran a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se congregaran en Sión, a la sede de la Iglesia a Kirtland, Independence, Nauvoo, y la Gran Cuenca. “ Sion no será quitada de su lugar, a pesar de que sus hijos han sido esparcidos”, dijo el Señor en 1833. Es decir, la estaca del centro de Sion se encuentra en Independence, Misuri, y eso no va a cambiar.

Sin embargo, Independence no es el único lugar donde los Santos se congregan hoy o se congregarán en el futuro. “Y he aquí, no se ha designado otro lugar sino el que he indicado...para la obra de recoger a mis santos, hasta que llegue el día en que no haya más lugar para ellos; y entonces les señalaré otros lugares que tengo, y se llamarán estacas, para las cortinas o la fuerza de Sion.”(D. y C. 101: 17, 20-21; énfasis añadido).

Todas las personas de la Iglesia no pueden, utilizar la metáfora de Isaías, de congregarse hacia el centro de la tienda de Sion; Se nos ha instruido a “Ensancha el sitio de tu tienda, y extiéndanse las cortinas de tus habitaciones... alarga tus cuerdas, y haz más fuertes tus estacas”(3 Nefi 22: 2).

En un día futuro, Independence y sus alrededores jugarán un papel muy importante en el desarrollo de la historia de la Restauración, e individuos serán llamados y asignados por los que tienen autoridad para trabajar allí. Pero la llamada a trasladarse a Misuri no es ahora, ni lo será en el futuro, no se requerirá a la membresía de la Iglesia en su conjunto.

Los verdaderos Santos no se presentan antes de ser enviados, ni se adelantan antes que sus líderes. A medida que la Iglesia ha crecido y se ha expandido por toda la tierra, los líderes de la iglesia han dado instrucciones a los miembros de la Iglesia a permanecer en sus barrios y ramas, en sus pueblos y ciudades donde son bautizados, para ayudar a establecer Sión allí. En nuestros días, cada barrio y rama, cada estaca y distrito, es el lugar de congregación para sus miembros.

Mito # 3: Los Santos fieles estarán libres de las pruebas, las calamidades, y los cambios que vendrán sobre el mundo antes de que venga el Salvador.

Si bien hay que ser positivo y asumir una postura sana y positiva hacia las condiciones nacionales y mundiales, al final, lo que será, será. El cuadro profético no sugiere que el mundo va a mejorar, que todo el mundo de repente (o incluso poco a poco) comenzará a guardar los mandamientos e incorporar las enseñanzas de Jesús en sus vidas.

Todos lo que permanezcan en el camino del Evangelio conocerán la protección que proviene sólo a través de la fidelidad. El profeta José explicó, sin embargo, que “es una falsa idea de que los Santos se escaparán de todos los juicios, mientras los malvados sufrirán; porque toda carne está sujeta a sufrir. . . [Y] muchos de los justos caerán presa de la enfermedades, de pestilencias, etc.. . . Por lo tanto, es un principio injusto decir que tal o cual han transgredido porque han sido víctima de las enfermedad o la muerte, porque toda carne está sujeta a la muerte; y el Salvador ha dicho: "No juzguéis, para que no seáis juzgados” ( Historia de la Iglesia 4:11).

Mito # 4: Si vivimos el Evangelio y purificamos nuestras vidas, podemos apresurar la venida del Señor y ayudar a marcar el comienzo de la gloriosa Milenio.

Para estar seguros, los Santos de los Últimos Días a lo largo y ancho pueden esforzarse por crear un ambiente espiritual en sus propios hogares, es decir, como lo describió el presidente David O. McKay, un pedacito de cielo en la tierra.

Podemos tratar de establecer y avanzar la causa de Sión (D. y C. 6: 6; 11: 6; 14: 6; 21: 7). Podemos ayudar a Sion para adquirir su belleza y santidad destinada (D. y C. 82:14). Podemos ayudar a “redimir” a Sion (D y C 100: 13; 103: 15) viviendo la ley del reino celestial (D. y C. 105: 5, 32). En resumen, podemos apresurar el establecimiento de la ciudad de Santidad terrenal (Moisés 7:19, 62), el lugar de los puros de corazón (D. y C. 97:21), sin importar el lugar donde vivimos.

Pero el día de la Segunda Venida del Señor en gloria es fijo, constantes, establecido, así como lo fue el día de su primera venida. Isaías o Nefi o Abinadi no llamaron al pueblo a arrepentirse para que el Santo de Israel pudiera entrar en la mortalidad antes. La Segunda Venida no puede ser pospuesta por la maldad desenfrenada ni apresurada por la justicia consumada.

“El Dios del cielo ha ordenado ese día ”, declaró el presidente Gordon B. Hinckley. “Los profetas de todas las dispensaciones han hablado de ello. No sabemos cuándo vendrá, pero su amanecer es cierto “(Teachings of Gordon B. Hinckley, 1997, 577; énfasis añadido; véase también Bruce R. McConkie,. El Millennial Messiah , 1982, 26-27, 405.)

Mito # 5: Nadie, ni siquiera los más fieles Santos de Dios, sabrán el momento de la Venida del Salvador. Él vendrá “como ladrón en la noche.”

Bueno, eso es sin duda lo que dicen las escrituras (José Smith-Mateo 1:40; D. y C. 39:21). Se nos dice en la Biblia que el Señor Jesucristo vendrá “como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5: 2; 2 Pedro 3:10; Apocalipsis 3: 3).Es decir, vendrá repentina e inesperadamente, cuando la generalidad de la humanidad no está preparada, ni presta, ni atenta.

Sin embargo, este no es el caso de los Santos del Señor. El Maestro aclaró: “Además, de cierto os digo que la venida del Señor se aproxima, y sorprenderá al mundo como ladrón en la noche. Por tanto, ceñid vuestros lomos para que seáis hijos de luz, y no os sorprenda ese día como ladrón.” (D. y C. 106: 4-5; énfasis añadido).

Puede que no sepamos la hora específica o el día en que nuestro Señor vendrá, pero podemos conocer la estación. Al distinguir entre los hijos de la oscuridad y los hijos de la luz, el apóstol Pablo usó la analogía de una mujer embarazada (1 Tesalonicenses 5: 1-6).

Si Pablo me excusa, arrebatare su analogía, trataré de imaginar una conversación con una mujer que se encuentra sumamente incómoda y muy impaciente por dar a luz . “Entonces, va a tener un bebé, ¿verdad?” pregunta un hombre bastante insensible. “Sí, eso parece ser el caso,” ella responde mientras mira a otra parte. Él pregunta: "¿Y cuándo nacerá el bebé?" Amplíen su imaginación y traten de imaginar su respuesta de la siguiente manera: “Oh, no lo sé. Supongo que nadie realmente lo sabe. Puede ser en un año o más, tal vez en un par de años. Realmente no puedo decirlo con certeza.” Ridículo, ¿Verdad? Es probable que su respuesta sea algo como esto: "Escúchame: No sé la hora exacta en que el bebé va a nacer, pero sí puedo decirle ¡Será muy pronto! ¡Debe ser muy pronto! Los síntomas en mi cuerpo me dicen que será en cualquier momento".

Los que “son prudentes y han recibido la verdad, y han tomado al Santo Espíritu por guía, y no han sido engañados” (D. y C. 45:57) percibirán y reconocerán la cercanía del regreso del Rey de reyes y Señor de señores. Los miembros espiritualmente sensibles de la Iglesia del Señor, el cuerpo de Cristo, estarán listos de leer las señales y así estar preparados, incluso entusiasmados por ese día que ha sido descrito como grande y terrible.

Es mi esperanza de que escudriñémonos las Escrituras y atendamos cuidadosamente a las palabras de los siervos ungidos del Señor. Sólo de esta manera podremos evitar la confusión, el error y la distracción. De hecho, podemos leer las señales de los tiempos con la lámpara de humildad y ser guiado por la Luz del mundo y los videntes y reveladores que lo representan.


Este artículo fue escrito originalmente por Robert L. Millet y fue publicado en www.ldsliving.com, con el título "5 Second Coming Myths and the Truth Behind Them"

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