¿Sabe Dios quien va a regresar a su presencia desde el principio?

Pregunta:

En la escuela dominical alguien dijo que Dios sabía desde la vida premortal quien volvería a la presencia de nuestro Padre Celestial. Algunos miembros de la clase no estaban de acuerdo con esa opinión y no pudieron llegar a una respuesta común, y tampoco pudimos encontrar una escritura que confirme aquel comentario.

Respuesta:

Traducción por DPCS (Administrador del Blog)

Este es un tema doctrinal o teológico sobre el cual no hay ninguna doctrina oficial de la Iglesia que tengamos conocimiento. Líderes y miembros pueden haber expresado una variedad de opiniones o posiciones. Al igual que esta respuesta de FairMormon, solo refleja los mejores esfuerzos de los voluntarios y no la posición oficial de la iglesia.

La presciencia absoluta es la opinión más común que sostienen los miembros de la Iglesia. La mayoría quienes sostienen esta opinión no tienen en cuenta los problemas teológicos que plantea, pero quienes lo hacen afirman que tanto la presciencia y la omnisciencia absoluta son totalmente compatibles con el albedrío humano y la oración sincera suplicante. Una minoría de miembros de la Iglesia rechazan esta opinión y creen que Dios sabe todo lo que es posible conocer, pero no tiene un conocimiento perfecto de los eventos futuros, ya que tener tal conocimiento no es lógicamente posible. En este punto de vista, Dios sabe todo lo que es posible conocer, pero el albedrío deja zonas en las que el resultado no es inevitable. Aquellos que sostienen este punto de vista deben concluir que Dios puede ser en ocasiones sorprendido por la forma en que se presentan algunas cosas, una conclusión que plantea problemas teológicos también.

A falta de una respuesta revelada a la pregunta, las dos posiciones parecen ser alternativas aceptables para los fieles y creyentes Santos de los Últimos Días.

Análisis detallado

La cuestión planteada por esta pregunta es una muy debatida, tanto entre los Santos de los Últimos Días y Cristianos en general. No existe una respuesta definitiva en las escrituras, y ambas partes reunen pruebas suficientes para apoyar sus puntos de vista.James Faulconer resumió esta situación en la Enciclopedia del Mormonismo:
La escritura moderna habla inequívocamente de la presciencia de Dios: "Todas las cosas están presentes ante mis ojos" (D y C 38:2). Esto afirma que Dios tiene la plenitud de verdad, "el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser" (D y C 93:24, énfasis añadido)...

En un intento de conciliar la Presciencia de Dios y la Libertad Humana, los principales judíos y teólogos y filósofos cristianos han ofrecido tres alternativas.

En primer lugar, en ambos puntosdel dilema se afirma: "todo está previsto, y la libertad de opción se da." Esta es la posición del Rabino Akiba y Maimonides (Aboth 3, 19; Yad, Teshuvah 5:5), así como de Agustín y Anselmo (Ciudad de Dios 5.9-10; la Armonía del Conocimiento previo, la Predestinación, y la Gracia de Dios con Libre elección 1.3). Maimonides sostiene que aunque sea lógicamente imposible, que la presciencia de las acciones propias del ser humano sean compatibles con la libertad, la presciencia de Dios, es de una clase diferente y misteriosa, y es compatible con la libertad.

El segundo lugar, la presciencia de Dios es limitada. Puesto que la gente es libre, Dios conoce las posibilidades y las probabilidades de las opciones humanas, pero no las inevitabilidades. Dios es omnisciente en saber todo lo que puede ser conocido; pero no en saber exactamente de antemano como la gente usará su libertad, ya que esto no puede ser conocido porque es el futuro, no existen  los eventos contingentes. Esto es el punto de vista de Talmudist Gersonides (Levi Ben Gershon, 1288-1344; Milhamot Adonai, III, 6) y, con algunas modificaciones, de Charles Hartshorne y por filósofos del proceso.

En el tercer lugar, los seres humanos no son realmente libres. La libertad es una ilusión que proviene de la ignorancia humana de la causa y necesidad divina . Todo lo que los individuos hacen está realmente determinado y predeterminado. Dios pre-conoce y pre-causa todo lo que ocurre. Este es el punto de vista de Spinoza y de Calvino. [James E. Faulconer, "Presciencia," en la Enciclopedia del Mormonismo, 4 vols., editado por Daniel H. Ludlow, (New York, Macmillan Publishing, 1992), 1:521-522]
El dilema también se discute, desde un punto de vista más científico, en el artículo sobre el "Albedrío y el Determinismo"

Presciencia Ilimitada

Faulconer declara que la mayoría de los Santos de los Últimos Días sostienen la presciencia ilimitada. Este ha sido el punto de vista tradicional de la mayoría de cristianos desde el período posterior al Nuevo Testamento, y es una doctrina que José Smith no pareció preguntar, ya que no hay revelaciones que lo aborden. De hecho, parece que la mayoría de líderes y académicos SUD simplemente no han puesto en duda su veracidad.

Pocos líderes SUD han tomado una posición en contra de cualquier limitación en la presciencia de Dios. Probablemente, la declaración más contundente ha sido por el élder Bruce R. McConkie, que enumera la presciencia limitada como el primero de "Siete herejías mortales":
Hay quienes creen que Dios está progresando en conocimiento y está aprendiendo nuevas verdades.

Esto es falso total, absoluta y completamente. No hay una pizca de verdad en ello. Esto surge de una visión totalmente retorcida e incorrecta del Sermón “King Follett” sobre la idea de progreso eterno. Dios avanza en el sentido de que sus reinos aumentan y se multiplican sus dominios no en el sentido de que él aprenda nuevas verdades ni descubra nuevas leyes.

Dios no es un estudiante, Él no es un técnico de laboratorio, no está postulando nuevas teorías en base a experiencias pasadas. Él ya se graduó a un estado exaltado, que consiste en saber todas las cosas y tener todo poder...

La progresión eterna consiste en vivir la clase de vida que Dios vive y aumentar en reinos y dominios eternamente. ¿Suponen que un ser infinito y eterno que ha presidido en nuestro universo por casi 2.555 millones años, que hizo los cielos siderales, cuyas creaciones son tan más numerosas como las partículas de la tierra, y que es consciente de hasta cuando cae un pajarillo a tierra. ¿Suponen que un ser así tiene más que aprender y nuevas verdades que descubrir en los laboratorios de la eternidad? Eso está totalmente fuera de toda comprensión [Bruce R. McConkie, "Las 7 Herejías Mortales" discurso dado en la Universidad Brigham Young el 1 de Junio 1980; BYU Speeches of the Year 1980]
Presciencia Limitada

Otros Santos de los Últimos Días han señalado que la presciencia absoluta plantea problemas particulares con el concepto del albedrío y la eficacia de la oración de petición. Si Dios sabía desde la eternidad exactamente lo que cualquiera de nosotros haría en cualquier momento dado, entonces es difícil afirmar que tenemos albedrío en un sentido legítimo. Como Blake Ostler lo planteo:
El argumento moderno que muestra que el libre albedrío no es compatible con la presciencia está basado en la fijeza del pasado o, en otras palabras, el principio de que ninguna persona puede tener el poder de hacer algo que implique que Dios no  siempre ha considerado lo que Dios de hecho siempre ha considerado.  Supongamos que Dios siempre ha creído que yo robaría la tienda 7-Eleven en un cierto tiempo t. Yo me abstengo de robar la tienda 7-Eleven en el tiempo t, implicando desde luego que Dios no siempre ha creído que yo robaría en el tiempo t. Debido a que Dios siempre ha creído que yo robaría la tienda 7-Eleven en el momento t, no puedo tener la facultad de abstenerme de robar, ya que este poder implicaría el poder de cambiar las creencias pasadas de Dios. Ninguna persona tiene el poder de alterar el pasado. Sin embargo, para ser libre con respecto a si yo robo, debo tener la facultad de abstenerme de robar la tienda 7-Eleven en el tiempo t. De ello se deduce que, O bien Dios no tiene presciencia [absoluta] o no soy libre [Blake T. Ostler, "Review of The Mormon Concept of God: A Philosophical Analysis by Francis J. Beckwith and Stephen E. Parrish," FARMS Review of Books 8/2 (1996): 99–146]
Del mismo modo, si Dios tiene presciencia absoluta, entonces es difícil encontrar sentido a la oración suplicante o de petición. La idea detrás de la oración suplicante es que mediante la oración podemos invocar la ayuda de Dios en situaciones que no se hubiesen dado si no lo hubiésemos pedido, en esencia, estamos tratando de cambiar su opinión acerca de algo ("No les ayudaría, pero puesto que suplican ..."). Si Dios tiene presciencia absoluta desde toda la eternidad, entonces ni siquiera él podría alterar el futuro, porque al hacerlo falsificaría su previa presciencia, y no sería más verdad. Por ejemplo, tu bien encuentras las llaves perdidas o no; al orar por ello no es posible cambiar ese resultado si Dios tiene presciencia absoluta. Por lo tanto, en este punto de vista la oración suplicante es inútil porque Dios no puede ser persuadido a actuar de manera diferente para cambiar el resultado.

La Iglesia no tiene una posición oficial sobre este tema

Este es uno de los muchos temas sobre los que la Iglesia no tiene una posición oficial. Como presidente J. Reuben Clark, enseñó bajo la asignación de la Primera Presidencia:
Solamente el Presidente de la Iglesia, el Sumo Sacerdote Presidente, es sostenido como Profeta, Vidente y Revelador para la Iglesia, y sólo él tiene el derecho de recibir revelaciones para la Iglesia, ya sean éstas nuevas o enmiendas de revelaciones anteriores, o para hacer una interpretación autorizada de pasajes de las Escrituras que sea obligatoria en la Iglesia… Él es el único portavoz en la tierra para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la única Iglesia verdadera. Únicamente él puede hacer saber oficialmente la disposición y la voluntad de Dios a Su pueblo. Ningún oficial de ninguna otra Iglesia que hay en el mundo tiene ese elevado derecho y noble prerrogativa [Church News, 31 de julio de 1954, pág. 10]
Esto fue reiterado recientemente por la Primera Presidencia (que ahora aprueba todas las declaraciones publicadas en el sitio web oficial de la Iglesia):
No toda declaración que haya hecho un líder de la Iglesia, pasado o presente, necesariamente constituye doctrina. Una declaración hecha por un líder en una ocasión a menudo representa una opinión personal, aunque bien pensada, no quiere decir que sea oficial o se vincule a toda la Iglesia. Con inspiración divina, la Primera Presidencia ... y el Quórum de los Doce Apóstoles ... consultan juntos para establecer la doctrina que se proclama consistentemente en las publicaciones oficiales de la Iglesia. Esta doctrina se encuentra en los cuatro "libros canónicos" de las Escrituras (la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio), las declaraciones y proclamaciones oficiales, y los Artículos de Fe. Declaraciones aisladas a menudo se toman fuera de contexto, dejando su significado original distorsionado.
—LDS Newsroom, "Approaching Mormon Doctrine," lds.org (4 de mayo de 2007)

2 comentarios:

Rocío Pzb dijo...

Mi opinion por los libros de la Iglesia, experiencias de los profetas Y las escrituras he meditado y observado que las personas tenemos tenemos varios posibles futuros, Dios al conocernos sabe el más probable y nos advierte de las consecuencias cuando vamos por mal camino, como el ejemplo de Nínive; su futuro por su desobediencia era la destrucción, pero gracias a la advertencia ellos cambiaron ese futuro.

El Señor MUESTRA al presidente Woodruff y VE UN FUTURO triste QUE NO SE CUMPLE gracias a la obediencia, a la oración , a la fe y voluntad de Dios..(Man. de Inst. DyC pág 339 párrafo 7 y 8)

EL TIEMPO SEÑALADO para morir puede ser cambiado por la iniquidad o por bendicion.:Eclesiastés 7: 17 ;Job 15:15,16; Isaías 38: 1-9 Dios puede librarnos de cosas futuras: 3Nef 13:12 Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
"Nosotros no creemos en un Dios determinista, es decir, un Dios que decide de antemano el destino final de Sus hijos. Más bien, creemos en un Dios que tiene un perfecto conocimiento previo de las decisiones que van a tomar Sus hijos, y tal vez emplee dicha precognición para guiarnos e incluso para advertirnos, pero nunca la empleará para privarnos de nuestro albedrío. Él nos permite llegar a ser quienes realmente queremos ser. Tal como escribió el élder James E. Talmage (1862–1933), del Quórum de los Doce Apóstoles: “[Dios] sabe lo que cada cual hará en determinadas condiciones, y conoce el fin desde el principio. Su precognición se basa en la inteligencia y la razón. Él prevé lo futuro como un estado que natural y seguramente ha de llevarse a cabo; no como una situación que tiene que ser porque Él arbitrariamente ha dispuesto que así sea”

Marzo 2006 albedrío.

Unknown dijo...

determinante.—"Con respecto a la precognición de
Dios, no se vaya a decir que la omnisciencia divina es en sí misma la causa determinante mediante la
cual los acontecimientos inevitablemente se llevan a cabo. Un padre terrenal que conoce las
debilidades y flaquezas de sus hijos tristemente puede predecir, por razón de ese conocimiento, las
calamidades y sufrimientos que esperan a su hijo errante. Puede prever en el destino futuro de ese hijo
la pérdida de bendiciones que pudo haber ganado: la pérdida de posición, del respeto de sí mismo, la
reputación y el honor. Aun pueden aparecer en las visiones lastimosas del alma de ese padre cariñoso
las sombras tenebrosas de una celda en la penitenciaría o la noche interminable de la sepultura de un
borracho. Sin embargo, convencido por la experiencia sobre la imposibilidad de efectuar la reforma de
su hijo, prevé los lamentables acontecimientos de lo futuro, y este conocimiento no le produce más
que aflicción y angustia. ¿Se podrá decir que la previsión del padre es la causa de la vida pecaminosa
del hijo? Este ya ha alcanzado la madurez; es el amo de su propio destino; es su propio agente. El
padre está incapacitado para gobernarlo por la fuerza o dirigirlo por órdenes arbitrarias; y, aun cuando
gustosamente haría cualquier esfuerzo o sacrificio para salvar a su hijo de su destino inminente, teme
por lo que parece ser una certeza terrible. Mas ciertamente, ese padre considerado, devoto y amoroso
en ningún sentido contribuye a la rebeldía del hijo por causa de su conocimiento. Razonar en sentido
contrario equivaldría a decir que un padre descuidado, que ningún interés tiene en estudiar la
naturaleza y carácter de su hijo, que disimula las tendencias pecaminosas y yace en completa
indiferencia en lo que concierne al futuro probable de ese hijo, está beneficiándolo por motivo de su
mismo descuido, porque su falta de previsión no puede obrar como causa contribuyente a la
delincuencia del joven.
"Nuestro Padre Celestial posee un conocimiento completo de la naturaleza y disposición de cada
uno de sus hijos, conocimiento logrado tras amplísima observación y experiencia en las eternidades
pasadas de nuestra niñez primordial; y al compararse con ese conocimiento, viene a ser infinitamente
pequeño el que nuestros padres terrenales obtienen mediante su experiencia con sus propios hijos. Por
motivo de ese conocimiento superior, Dios lee el destino del niño y del joven, del hombre
individualmente y de los hombres colectivamente como comunidades y naciones; sabe lo que cada
cual hará en determinadas condiciones, y conoce el fin desde el principio. Su precognición se basa en
la inteligencia y la razón. El prevé lo futuro como un estado que natural y seguramente ha de llevarse
a cabo; no como una situación que tiene que ser porque El arbitrariamente ha dispuesto que así
sea."

Publicar un comentario

@mormonorg