Enciclopedia del Mormonismo: Vida Eterna, Progenie Eterna


Autor: Ricks, Shirley S.
Traducción Libre: DPCS

"Vida Eterna" es un término que se refiere al derecho y al poder de engendrar hijos después de la resurrección, otorgado a aquellos que son exaltados en el grado más alto del Reino Celestial. Este es un aspecto del progresión eterna.  "En la gloria celestial hay tres cielos o grados; y para alcanzar el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden del sacerdocio [es decir, el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio];y si no lo hace, no puede alcanzarlo. Podrá entrar en el otro, pero ése es el límite de su reino; no puede tener progenie."( D. y C. 131:1-4 ).

Esta doctrina distintiva de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fue impartido por José Smith y fue articulada en especial el 16 y 17 de Mayo de 1843, en Ramus, Illinois, donde él a menudo visitaba y predicaba. Conversando sobre temas espirituales con un pequeño grupo de amigos, el profeta José Smith arrojo luz sobre el concepto de la progenie eterna: "A menos que un hombre y su esposa entren en un convenio sempiterno, mientras se hallaren en este estado de probación y sean unidos por la eternidad, mediante el poder y la autoridad del Santo Sacerdocio, cesarán de aumentar [tener progenie] cuando mueran; es decir, no tendrán hijos después de la resurrección. Pero aquellos que se casen por el poder y la autoridad del sacerdocio en esta vida, y siguen adelante sin cometer el pecado contra el Espíritu Santo, continuarán aumentando y teniendo hijos en la gloria celestial "(EPJS, pág 366). Doctrina y Convenios, sección 131, tiene mucho que ver con este tema, y fue incluida por primera vez en 1876.
El esposo y la esposa que se casen en el nuevo y sempiterno convenio y se sellen por el Espíritu Santo de la promesa, bajo la autoridad sacerdocio, se les promete que ellos heredarán "tronos, reinos, principados, potestades y dominios" y su "gloria será una plenitud y una continuación de simientes por siempre jamás."( D. y C. 132:19 ). Se asemejaran a los dioses, no teniendo fin. Ellos compartirán las promesas de la eterna posteridad hecha a Abraham y Sara: "tanto en el mundo como fuera del mundo, continuarían tan innumerables como las estrellas" ( D. y C. 132:30 ).

Brigham Young, en 1862, habló de la vida eterna, declarando que la oportunidad de llegar a ser herederos de todas las cosas, y llegar a ser "un Rey de reyes y Señor de señores, . . . es la promesa a los fieles, y no son más que muchas de otras tantas etapas en la incesante progresión de la vida eterna . . . no habrá fin para la simiente de los fieles "(JD 10:5). Él describe este estado como agradable, la creación de la felicidad más allá de la comprensión mortal. En 1864, él elaboró: "De igual forma, cada fiel hijo de Dios, se convierte, por así decirlo, en el Adán para la raza que brota de sus entrañas, cuando ellos acepten los convenios y las bendiciones del Santo Sacerdocio . . . en la progresión de la vida eterna . . . todavía no habremos recibido nuestros reinos, ni lo haremos hasta que hayamos terminado nuestra obra en la tierra, pasando por duras experiencias, somos traídos por el poder de la resurrección, y somos coronados con gloria y vida eterna" (JD 10:355).

Los Santos de los Últimos Días creemos que todos los hombres y mujeres dignos, a través de una vida recta y siendo sellados por el poder del sacerdocio, heredarán la vida eterna, con Adán y Eva, Abraham y Sara, y con todos los fieles, aquellas mismas bendiciones y disfrutarán de una continuación de su simiente para siempre, o de una progenie eterna.

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