Cómo la electrónica está afectando el cerebro de tu hijo

Tengo tres hijos que crecieron en un mundo electrónico, y como madre y como profesional de la salud mental, he encontrado la increíble bendición que estos dispositivos electrónicos han tenido en las vidas de mis hijos y de los demás, así como el impacto negativo que estos dispositivos electrónicos han tenido en las vidas de mis hijos y las vidas de sus amigos. Un aspecto crítico que puede ayudar a determinar si el uso electrónico por parte de niños, adolescentes e incluso adultos tiende a ser alentador y beneficioso en lugar de destructivo y emocionalmente debilitante en sus vidas es el concepto de acceso.

Creo que la mayoría de nosotros, como padres, estábamos bastante enamorados y no estábamos preparados para el mundo accesible de tecnología de teléfonos inteligentes. La mayoría de nosotros les compramos a nuestros hijos un teléfono inteligente o smartphone pensando, "Esta será una excelente manera de seguir a mis hijos, una excelente manera de mantenerse en contacto y una red de seguridad". Pocos de la mayoría de nosotros nos dimos cuenta de que no solo estos teléfonos inteligentes permiten a nuestros hijos leer sus escrituras, compartir pensamientos edificantes, investigar información crítica, escuchar la voz de un profeta, componer música y proporcionar crecimiento académico, también serían la puerta de acceso rápido a la pornografía, comparación de redes sociales, dopamina adictiva a aplicaciones estimulantes, aislamiento social, bullying o intimidación y una trampa del tiempo que tiende a involucrar a las personas en actividades que apaga los sentidos y disminuyen el desarrollo y crecimiento del cerebro, al mismo tiempo intensificando los sentimientos de soledad y disminuyendo las vías para el crecimiento y desarrollo espiritual personal.
Hoy, a medida que se hacen disponibles más investigaciones sobre cómo los smartphones y las redes sociales están afectando a adolescentes y a niños, y al observar los patrones de comportamiento de esta increíble generación de jóvenes en nuestra sociedad, estamos comprendiendo la realidad de que los smartphones deben ser parte de la vida de nuestros niños basados en la edad apropiada y basada en la accesibilidad. Por ejemplo, la Asociación Americana de Pediatría ha emitido una declaración pública de que los niños menores de dos años no deberían recibir dispositivos electrónicos para usarse. Los pediatras ven a niños pequeños más vinculados a sus smartphones o tabletas que a sus padres. La Organización Mundial de la Salud ha reconocido que la depresión y la ansiedad son los principales problemas de salud entre los jóvenes de la actualidad y han vinculado las redes sociales y la interacción con teléfonos inteligentes o smartphones como una posible causa para los aumentos en las preocupaciones de salud mental y tasas suicidios. A menudo les digo a los padres y a las personas durante las charlas fogoneras y presentaciones que les doy sobre cómo la tecnología está afectando a nuestros niños: "Estamos creando la generación más social y antisocial de todos los tiempos, y algo necesita cambiar".

Por diseño, nuestro Padre Celestial nos creó para ser individuos sociales, necesitamos hablar cara a cara, tomarnos de las manos, abrazarnos, escuchar la voz del otro y ganar energía que eleva de la presencia del otro. Los teléfonos inteligentes quitan todo eso. Por lo tanto, es tan importante ahora, más que en cualquier otro momento en la historia de nuestro mundo, que nos aseguremos de que junto con el acceso a teléfonos celulares, nuestros niños tengan acceso constante a nuestro abrazo, nuestros ojos, nuestra voz, nuestras manos y nuestra voluntad de dejarles aprender a liderar, caer, ponerse de pie, crear y desarrollar las cualidades de Dios con las que están dotados. No se encuentran en una pantalla de celular.

Necesitamos decidir como familias individuales cuándo un niño debe tener un smartphone y luego evaluar cuánto tiempo si es que lo tienen. Por ejemplo, ¿Necesita un niño de 11 años acceder a la World Wide Web o a ciertas aplicaciones de mensajes de texto que los ponen en riesgo de encontrarse con depredadores? ¿Deberían los adolescentes tener un smartphone que no establezca límites para los tipos de búsquedas que pueden hacer en la web? ¿Se les debería permitir a los adolescentes y a los niños usar aplicaciones que publiquen anuncios inapropiados con el propósito de abrir contenido sexual y que a menudo conducen al complicado y dificil mundo de la pornografía? ¿Deberían los niños y niñas tener acceso a aplicaciones que glorifiquen el autolesionarse y la negatividad? ¿Cuánto tiempo debe pasar un niño usando un dispositivo electrónico cada día que no sea para fines educativos o laborales?

Estoy seguro de que ha visto a un grupo de niños pasando tiempo juntos, y sin embargo, en lugar de hablar verbalmente entre sí, se envían mensajes de texto o envían mensajes de texto a personas que no forman parte del grupo. ¿Cuántos de ustedes han visto salir a cenar a un marido y a su esposa y en lugar de verse el uno al otro en conversaciones directas, ambos están en sus teléfonos e ignoran a la persona que está frente a ellos? ¿Cuántos de nosotros hemos estado en medio de una conversación con un amigo y recibimos un mensaje de texto? y en lugar de permanecer concentrado en nuestro amigo, decimos: “Oh, tengo que ver eso”

Los teléfonos inteligentes o smartphone no van a desaparecer. En realidad, están aumentando en las escuelas, en el trabajo, e incluso en nuestra adoración religiosa. Entonces, decir "simplemente tírelos" o quitárselos a los miembros de la familia no es la respuesta. La respuesta es: moderación en todas las cosas mientras se busca ofrecer luz, verdad y entendimiento al educar a nuestros niños y a nosotros mismos sobre los teléfonos inteligentes. Necesitamos decidir como familia, como padres, e incluso como usuarios finales: "¿Cuánto debo permitir que los teléfonos inteligentes tengan un impacto en mi vida y en las vidas de aquellos para quienes tengo bajo mi cuidado? ¿Qué limitaciones se deben establecer? "Los teléfonos inteligentes definitivamente tienen un lugar en nuestras vidas, pero no deberían ser nuestras vidas.

Fuente: Artículo originalmente escrito por Christy Kane PhD, publicado en ldsmag.com titulado "How Electronics Are Affecting Your Child’s Brain". Traducido al español por Dastin Cruz para MundoSion.org

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