¿Racismo presente en el Libro de Mormón?

La Crítica:

De acuerdo con la escritura Mormona, la piel oscura es una señal de inferioridad moral y espiritual y fue dada por Dios como una maldición. Correspondientemente, la piel blanca es una señal de superioridad moral y espiritual. Esta enseñanza se encuentra en dos volúmenes de escritura Mormona producido por el fundador de los SUD José Smith - IRR

La Respuesta:

La Acusación de "Racismo" en el Libro de Mormón


Por John A. Tvedtnes


Quisiera comenzar señalando que, en concordancia de una formación en antropología, aborrezco el término "raza" y he tratado de evitar su uso durante varias décadas. Considero a los seres humanos como un espectro, con una amplia variedad de colores de piel y otras características físicas. Los seres humanos de toda clase son muy parecidos que sus compañeros, incluso en las partes distantes del mundo, más que algunas razas de perros son con los otros. Las diferencias físicas entre los seres humanos que han sido utilizados para definir la "raza" a menudo puede estar presente dentro de las familias. Mi hermano, por ejemplo, tiene cabello negro y tez morena, mientras que en mi juventud yo era de tez muy blanca y mi cabello era casi blanco. (Cuando era niño, yo siempre deseaba que mi cabello fuera rizado marrón en vez de un liso platino rubio. Este deseo comenzó a hacerse realidad cuando cumplí doce años y para cuando llegue mis treinta años, empecé a perder el cabello, finalmente se había convertido en marrón y rizado.) Uno de los chicos que conocí en la escuela primaria parecía que había salido del mural del Neanderthal en el Museo Americano de Historia Natural. Tenía un torso superior grande, un arco superciliar muy pronunciado, y una mandíbula que sobresalía más allá de su nariz. Era tan fuerte que se necesito tres de nosotros para reducirlo cuando comenzó a golpear a un muchacho más joven. Dicho esto, vamos a ver como se trata el tema del "racismo" en el Libro de Mormón .

Descripciones Nefitas de los Lamanitas

Decidido a leer el Libro de Mormón en términos puramente naturalista del siglo XIX, más que como un texto antiguo, las recientes críticas, de que el volumen de escrituras son ofensivas por algunas descripciones de los lamanitas dentro del texto. Esto es particularmente cierto cuando los nefitas describen a los lamanitas en términos peyorativos, como sedientos de sangre, idólatras, feroces, ociosos, perezosos y sucios. La cuestión es si estos términos pueden ser considerados "racistas", y si se supone "racistas" las actitudes de los nefitas son evidencia en contra de la autenticidad del Libro de Mormón.

Para este último, debemos concluir que el racismo no afecta a la verdad de la historia del Libro de Mormón más de lo que podría afectar a la verdad del relato bíblico, que con frecuencia desaprueba casarse con extranjeros [Véase, por ejemplo, Génesis 24:3, 37; 27:46; 28:1-2, 6-9; Esdras 6:21; 9:11]. ¿Fue Jesús racista cuando se negó a bendecir a la mujer cananea, diciendo: "No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos." [Mateo 15:26.] ¿O estaba simplemente empleando un dicho de la época para ilustrar el punto que acaba de hacer, que era "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." [Mateo 15:24.]

Debido a que los críticos consideran a José Smith ser el verdadero autor del Libro de Mormón, ellos ven, su supuesto epíteto "racista" como el reflejo de los puntos de vista de América del siglo XIX, en lugar de los puntos de vista de los antiguos nefitas. Este punto de vista pasa por alto algunos hechos importantes:


1. No hay ninguna prueba, aparte de rumores tardíos, para indicar que José Smith creía que el color de la piel hacia a alguien inferior. Por otro lado, hay una clara evidencia de que él consideraba a los africanos negros ser tan capaces como los los blancos, con las mismas oportunidades, y estár a favor de la liberación de los esclavos.

2. Al menos dos hombres negro fueron ordenados como élderes durante el tiempo de José Smith y el profeta mismo firmó la ordenación de uno de ellos. Aquel hombre, Elijah Abel, fue ordenado, después setenta y sirvió como misionero.

3. El Libro de Abraham, citado con frecuencia por las generaciones posteriores como prueba de que los negros no deberían ser ordenados al sacerdocio, no dice nada sobre la color de la piel y, en todo caso, describe una lucha por la autoridad patriarcal entre Abraham y el rey de Egipto. Uno no puede leer nada en el texto sobre Egyptus siendo un descendiente de Caín, o con una piel de color negro. De hecho, la idea de Cam habiendose casado con una mujer Cainita era frecuente entre los protestantes norteamericanos del siglo XIX, desde donde los Santos de los Últimos Días adquirieron la idea. (Voy a tratar este tema en una próxima revisión.)
¿Podrían los nefitas haber sido racistas en sus puntos de vista de los lamanitas? Tal vez, en el mismo sentido que los patriarcas bíblicos eran racistas cuando llegaban sus vecinos paganos, los hititas, los cananeos y los amorreos, y no querían que sus hijos se casaran con estos no creyentes. Pero una vez que los lamanitas se habían convertido a la religión nefita, las barreras que separan a estos pueblos se disolvían [como esta descrito en el Libro de Mormón]. Incluso antes de que fueran convertidos, los nefitas consideraban a los lamanitas ser sus "hermanos", término que se utiliza más de cincuenta veces en referencia a los lamanitas en el Libro de Mormón [Jacob 2:35; 3:5; 7:24, 26; Enós 1:11;Jarom 1:2; Mosíah 1:5, 13; 22:3, 25:11; 28:1; Alma 3:6; 17:9, 11, 30-31, 33; 19:14; 24:7-8; 26:3, 9, 13-14, 22-23, 26-27; 27:8, 20-24; 28:8; 29:10; 43:14, 29; 48:21, 23-25; 49:7; 53:15; 59:11; Helamán 4:24; 11:24; 15:11-12; 3 Nefi 2:12; 4 Nefi 1:43, Mormón 2:26 ; 9:35-36; Moroni 1:4; 10:1. ] Esto es dificilmente un término que uno esperaría encontrar en una sociedad que sostiene puntos de vista racista de un pueblo vecino. Y si el racismo de José Smith se refleja en el Libro de Mormón, ¿Por qué ese volumen tienen un gran número de lamanitas llegando a ser buenos y, de hecho, más justos que los nefitas en las décadas anteriores de la aparición de Cristo?

La naturaleza de la maldición

¿Era la piel oscura en realidad una maldición pronunciada sobre los lamanitas por Dios? Ese parece ser el consenso general, pero ¿Que dice realmente el Libro de Mormón?

En declaraciones a Nefi, el Señor distinguió entre la maldición y la señal [marca]. "He aquí, he maldecido a los lamanitas, y pondré sobre ellos una señal para que ellos y su posteridad queden separados de ti y de tu posteridad"[Alma 3:14]

En el momento que esta promesa fue dada a Nefi, la maldición ya había sido impuesta, mientras que la señal, un cambio en el color de la piel, era todavía en el futuro. El Señor también le dijo a Nefi que otros, incluyendo a su propia posteridad, que se mezclaron con los lamanitas, sería a la vez maldecido y marcados:

"Y además: Pondré una señal sobre aquel que mezcle su simiente con la de tus hermanos, para que sean maldecidos también. Y además: Pondré una señal sobre el que pelee contra ti y tu posteridad. Y digo también que quien se separe de ti, no se llamará más tu posteridad; y te bendeciré a ti, y al que fuere llamado tu descendencia, desde hoy en adelante y para siempre; y éstas fueron las promesas del Señor a Nefi y a su posteridad." - Alma 3:15-17

Nefi describió cómo los lamanitas, como resultado de su rebelión continua contra Dios y la dureza de sus corazones fueron maldecidos por estar separados de la presencia de Dios [2 Nefi 5:20]. Esta maldición también dio lugar a la separación de los lamanitas del pueblo de Dios con la salida de Nefi [2 Nefi 5:1-7]. En relación con la maldición de la separación, el Señor dice que han establecido una marca sobre los lamanitas. El proposito de la señal, según el Libro de Mormón, era distinguir a los lamanitas de los nefitas, para que los nefitas no se casaran con ellos y aceptaran tradiciones incorrectas. Según Nefi el lidero afuera de los lamanitas a quienes los que lo seguían, él escribió:

Y he aquí, se habían cumplido las palabras del Señor a mis hermanos, palabras que habló en cuanto a ellos, que yo sería su gobernante y su maestro. Por tanto, yo había sido su gobernante y maestro, según los mandatos del Señor, hasta la ocasión en que trataron de quitarme la vida.
Por tanto, se cumplió la palabra que el Señor me habló, diciendo: Por cuanto ellos no quieren escuchar tus palabras, serán separados de la presencia del Señor. Y he aquí, fueron separados de su presencia.
Y él había hecho caer la maldición sobre ellos, sí, una penosa maldición, a causa de su iniquidad. Porque he aquí, habían endurecido sus corazones contra él, de modo que se habían vuelto como un pedernal; por tanto, ya que eran blancos y sumamente bellos y deleitables, el Señor Dios hizo que los cubriese una piel de color obscuro, para que no atrajeran a los de mi pueblo.
Y así dice el Señor Dios: Haré que sean repugnantes a tu pueblo, a no ser que se arrepientan de sus iniquidades.
Y malditos serán los descendientes de aquel que se mezcle con la posteridad de ellos; porque serán maldecidos con la misma maldición. Y el Señor lo habló; y así fue.
Y a causa de la maldición que vino sobre ellos, se convirtieron en un pueblo ocioso, lleno de maldad y astucia, y cazaban animales salvajes en el desierto. -2 Nefi 5:19-24
Un cambio de el color de la piel, obviamente no hace a los lamanitas "ociosos" o "llenos de maldad." Estos fueron rasgos cultural, no rasgos raciales. Para los nefitas, que siguieron a la ley de Moisés [Jarom 1:5], la práctica lamanita de "beber sangre" [Jarom 1:6] y "la alimentación de animales salvajes [de rapiña]" [Enós 1:20] habría sido abominable, estaba prohibido en el código mosaico [Levítico 7:26-27; 11:13-20.]

A pesar de las declaraciones de líderes como Nefi y su hermano Jacob [Jacob 3:5],otros nefitas posteriores consideraron, que estar separados de la presencia de Dios, así como tambien la señal sobre la piel lamanita, era una maldición. [Alma 3:6] Así, leemos:

"Y la piel de los lamanitas era obscura, conforme a la señal que fue puesta sobre sus padres, la cual fue una maldición sobre ellos por motivo de su transgresión y su rebelión en contra de sus hermanos Nefi, Jacob, José y Sam, que fueron hombres justos y santos.
Y sus hermanos intentaron destruirlos; por lo tanto, fueron maldecidos; y el Señor Dios puso una señal sobre ellos, sí, sobre Lamán y Lemuel, y también sobre los hijos de Ismael y en las mujeres ismaelitas.
Y se hizo esto para distinguir a su posteridad de la posteridad de sus hermanos, para que por ese medio el Señor Dios preservara a su pueblo, a fin de que no se mezclaran ni creyeran en tradiciones incorrectas que causarían su destrucción.
Y aconteció que quien mezclaba su simiente con la de los lamanitas traía la misma maldición sobre sus descendientes.
Por tanto, todo el que se dejaba desviar por los lamanitas recibía ese nombre, y le era puesta una señal.
Y aconteció que quienes no creían en las tradiciones de los lamanitas, sino que creían en aquellos anales que fueron traídos de la tierra de Jerusalén, así como en las tradiciones de sus padres, que eran correctas, y creían en los mandamientos de Dios y los guardaban, eran llamados los nefitas, o el pueblo de Nefi, desde entonces en adelante." - Alma 3:6-11
Así, mientras que al menos algunos de los nefitas desdeñaban a los lamanitas a causa de la color de su piel, el Señor estaba preocupado por la naturaleza pecaminosa de los lamanitas y simplemente usaba sus características físicas para conservar a los nefitas, fuera de aceptar sus malos caminos. Es interesante que algunos nefitas, habiendo rechazado la religión nefita, se mezclaban con los lamanitas, trayendo "la misma maldición sobre sus descendendientes" y que "le era puesta una señal." Una vez más, vemos que la maldición y la marca, mientras que van juntos, son dos cosas diferentes.

La inmundicia Lamanita

Mosíah 9:12 describe a los lamanitas como una "gente perezosa e idólatra", pero no vincula esto a su color de piel. De hecho, Alma 22:28 lo vincula a las condiciones geográficas o culturales, diciendo que "la parte más perezosa de los lamanitas vivía en el desierto."

Más importante es el hecho de que Nefi describe a sus peresozos hermanos mucho antes de que el cambio de color de la piel llegara a existir, cuando Lamán y Lemuel no estaban dispuestos a ayudarle a construir el barco [1 Nefi 17:18]. Él también escribió acerca de su "rudeza", evidentemente en el original sentido de la palabra, es decir, el salvajismo [1 Nefi 18:9, 2 Nefi 2:1]. En su visión, Nefi vio que "que después que hubieron degenerado en la incredulidad, se convirtieron en una gente obscura, repugnante y sucia, llena de ocio y de todo género de abominaciones." [1 Nefi 12:23.]

Las referencias a la inmundicia [suciedad], no son una alusión a la color de la piel, sino claramente se refiere a un estado espiritual de estar "sucios delante de Dios" [Jacob 3:3, véase también los vers. 5, 9-10] en lugar de una característica física [1 Nefi 15:33-34, 2 Nefi 9:16; Mosíah 7:30-31; Alma 5:22; 7:21; Mormón 9:4, 14.] Del mismo modo, la Biblia y Doctrina y Convenios utilizar el término "sucio [imnundo]" en referencia a los pecadores [ Job 15:16; Salmo 14:2-3; 53:2-3; Proverbios 30:12; Ezequiel 16:36; 22:15, 24:13; 2 Corintios 36:25; Efesios 5:4, Santiago 1:21, Apocalipsis 17:4, 22:11, D y C. 88:35, 102. ]

No debería sorprendernos encontrar actitudes de superioridad y la atribución de características negativas a los pueblos y culturas extranjeras entre los nefitas, y la existencia de los mismos en el Libro de Mormón no es evidencia de que el texto fue influenciado por las opiniones racistas del siglo XIX de América. Paralelos conocidos están en otras culturas antiguas. Por ejemplo, las descripciones de los pueblos otomíes de México en el Códice de Florentino reflejan etnocentrismo azteca y podría ser considerado como peyorativo, a pesar de que son precolombinos. Según este texto, los aztecas describen comúnmente a los otomíes como "no adiestrados, estúpidos", y "muy codiciosos, es decir, muy deseosos, ambiciosos. Lo que era bueno, ellos compraban todo; anhelaban todo, a pesar de que no fueran realmente necesario. " Ellos eran "pueblos muy llamativos con sus ropas vanas". Ellos eran "perezosos, inútiles, a pesar de tiesos, fuertes, como se dice, aguerridos; obreros. Aunque grandes obreros de la tierra, ellos mismos no se empleaban para obtener las necesidades de la vida. Cuando trabajaban la tierra, ellos sólo vagaban. He aquí lo que hicieron: ellos fueron a hecharlo al juego" [Bernadino de Sahagun, General History of the Things of New Spain , Book 10, in Dibble and Anderson, Florentine Codex (Santa Fe, New Mexico:School of American Research and the University of Utah, 1961), Part 11:178-9.] Estas descripciones se parecen a las descripciones nefitas de los lamanitas. En el antiguo Cercano Oriente, el amorreo fue descrito como "un morador de tiendas de campaña" el "que no conoce la ciudad" "el que en vida no tiene una casa" o "el hombre torpe que vive en las montañas." Él es "el que no sabe (es decir, cultivar) de grano", o que "el que come carne cruda" y "que en el día de su muerte no será enterrado ". Se trata de "un pueblo desolado, con instintos caninos, como los lobos."[Giorgio Buccellati, The Amorites of the Ur III Period (Naples: 1966), 330-332.]
Con respecto a tales descripciones, William F. Albright comenta:

Esto es, naturalmente, una descripción un tanto extremo, pero ilustra claramente la actitud de la gente sedentaria de Babilonia en una tiempo indeterminado en el tercer milenio. Cabe añadir que los árabes campesinos de Siria siguen llamando a los nómadas el-wuhush "las bestias salvajes."[ William Foxwell Albright, From Stone Age to Christianity , 2nd edition (Garden City, NY: Doubleday, 1957), 166. (Garden City, NY: Doubleday, 1957), 166.]
En los ejemplos anteriores, tanto en la antigua Mesopotamia y en la Mesoamérica precolombina, sugieren que no deberíamos sorprendernos de encontrar que los nefitas y los lamanitas puede tener problemas con su propio etnocentrismo. Aún así, los lectores modernos deben tener cuidado de no permitir que sus sensibilidades culturales propias, opaquen el significado del texto.

Actitudes positivas Nefitas hacia los Lamanitas

Significativamente, Nefi, que por primera vez describe la "piel oscura", también escribió que el Señor acepta tanto a los "negros o blancos" que están dispuestos a venir a él [2 Nefi 26:33]. Profetas y escritores nefitas se refieren a los lamanitas como sus hermanos. Cuando los profetas nefitas se referían a la "maldición" de los lamanitas, ellos explicaban que era sólo una maldición en el contexto de oponerse a las ideologías de los nefitas y los lamanitas [convertidos]. Una vez unidos en la tradición y las creencias, el color de la piel y otras diferencias étnicas o tribales se volvían irrelevantes en lo que el Señor y los profetas nefitas se referían.

El hermano de Nefi, Jacob, públicamente reprendió a los nefitas para odiar a los lamanitas a causa de su color de piel [Jacob 3:5]. Mientras que algunos nefitas consideraban que la oscuridad de la piel era una maldición, Jacob corrigió esta suposición errónea de la superioridad, al señalar que los lamanitas de la época eran más virtuosos y puros que algunos de sus contemporáneos nefitas [Jacob 3:5-7], que tales diferencias externas como el color de la piel eran temporales y no significaban necesariamente estados espirituales [Jacob 3:8]. Él mandó a los nefitas a que se arrepientieran y ya no mas, denigrar a los lamanitas, debido a la oscuridad de su piel [Jacob 3:9-10]. He aquí un extracto de su discurso:

"He aquí que los lamanitas, vuestros hermanos, a quienes aborrecéis por su inmundicia y la maldición que les ha venido sobre la piel, son más justos que vosotros; porque no han olvidado el mandamiento del Señor que fue dado a nuestro padre, de no tener sino una esposa y ninguna concubina, y que no se cometieran fornicaciones entre ellos. . .
¡Oh hermanos míos, temo que a no ser que os arrepintáis de vuestros pecados, su piel será más blanca que vuestra piel, cuando seáis llevados con ellos ante el trono de Dios!
Por tanto, os doy un mandamiento, el cual es la palabra de Dios, que no los injuriéis más a causa del color obscuro de su piel, ni tampoco debéis ultrajarlos por su inmundicia; antes bien, debéis recordar vuestra propia inmundicia y recordar que la de ellos vino por causa de sus padres.
Por tanto, debéis recordar a vuestros hijos, cómo habéis afligido sus corazones a causa del ejemplo que les habéis dado; y recordad también que por motivo de vuestra inmundicia podéis llevar a vuestros hijos a la destrucción, y sus pecados serán acumulados sobre vuestra cabeza en el postrer día." - Jacob 3:5, 8-10.
El hijo de Jacob, Enós, señaló que "que el pueblo de Nefi procuró diligentemente restaurar a los lamanitas a la verdadera fe en Dios." [Enós 1:20]. Generaciones posteriores fueron capaces de convertir un gran número de los lamanitas, y la rectitud y la fidelidad de los lamanitas en ocasiones había rebasado la rectitud de los nefitas [Helamán 6:1-2, 34-38; 12:2; 15:5-10; 3 Nefi 6:14]. Sólo en un caso en todo el registro nefita, encontramos que los profetas nefitas informaron de algún cambio en la oscuridad de la piel de los lamanitas, y fue esto después de que ya se habían convertido y se habían unido con los nefitas [3 Nefi 2:12-16]. Ya sea que este cambio se produjo a través del matrimonio o algún proceso desconocido, el caso es que este evento para los nefitas fue aparentemente único y sin precedentes. Dentro del contexto de la sociedad y la cultura nefita , este evento excepcional sin duda habría sido visto como una señal de Dios, de que tales distinciones eran irrelevantes para los contados con Cristo. Después de esto no hay más referencias a las pieles de los lamanitas llegando a ser oscuras o que este fue un factor significativo para los nefitas.

Blanco y Deleitable

En la edición 1830 del Libro de Mormón, Nefi hablando de la restauración de los últimos días, habla de la futura conversión de los descendientes de Lehi, "Y entonces se regocijarán; porque sabrán que es una bendición para ellos de la mano de Dios; y las escamas de tinieblas empezarán a caer de sus ojos; y antes que pasen muchas generaciones entre ellos, se convertirán en una gente blanca y deleitable. " [2 Nefi 30:6 edición 1830. ] En 1840, el Libro de Mormón fue "cuidadosamente revisada por el traductor" José Smith y en esa edición, las palabras "blanca y deleitable" fueron cambiadas por "pura y deleitable." Este cambio parece reflejar la preocupación del Profeta, de que los lectores modernos puedan malinterpretar este pasaje como una referencia a los cambios raciales de los Últimos Días y no a la rectitud. Desafortunadamente para los posteriores intérpretes SUD, tras la muerte del Profeta, los cambios de la edición 1840 del Libro de Mormón no fueron prorrogados en impresiones posteriores SUD , las cuales estaban basadas en la edición preparada por los Doce Apóstoles en Gran Bretaña. En consecuencia, los Santos de los Últimos Días no obtener los beneficios de la clarificación del Profeta hasta que fue restaurado en la edición 1981 del Libro de Mormón. La interpretación de este pasaje en el sentido de que la conversión conduce a un cambio de color de la piel, repite una interpretación errónea del texto del Libro de Mormón en lugar de un anacronismo en el texto mismo.

Pero, ¿podemos justificar el cambio del profeta de "blanca" a la "pura"? La respuesta es sí. Los términos "blanco" y "pura" se puede encontrar de forma paralela en Daniel 7:9, Apocalipsis 15:6, y D y C 110:3. También se encuentran juntos en una serie de pasajes en los que se refieren claramente a quienes son purificados y redimidos por Cristo [Alma 5:24; 13:12; 32:42; Mormon 9:6; D y C 20:6]. Por otra parte, debemos señalar que el pasaje de "blanco /puro y deleitable" que el profeta José modifico no se refiere a los lamanitas, sino a los judios y gentiles en los últimos días que se convertirían a Cristo [Véase 2 Nefi 30:1-7 ].Del mismo modo, Mormón expresó la esperanza de los nefitas "para que de nuevo sean un pueblo deleitable." [Palabras de Mormón 1:8]. También fue a los nefitas que él escribió:
"y también para que la posteridad de este pueblo crea más plenamente su evangelio, el cual irá de los gentiles a ellos; porque este pueblo será dispersado, y llegará a ser una gente de color obscuro, inmunda y repulsiva, sobrepujando a la descripción de cuanto se haya visto entre nosotros; sí, y aun lo que haya habido entre los lamanitas; y esto a causa de su incredulidad y su idolatría" - Mormón 5:15.
El uso de imágenes de blanco y negro para tipificar la pureza y la rectitud se ejemplifica en los escritos de Efraín de Siria, un siglo IV dC, contemporáneos de Mormón en el Viejo Mundo, quien comentó sobre el bautismo de Felipe del eunuco etíope de la siguiente manera: "El eunuco de Etiopía en su carro vio a Felipe: el Cordero de Luz se reunió con el hombre oscuro desde fuera del agua. Mientras él estaba leyendo, el etíope fue bautizado y brillo con alegría, y continuo adelante. Él hizo discípulos y les enseñó, y de entre los hombres negros, él hizo a los hombres blancos. Y la oscuridad en la mujer etíope se convirtió en perlas para el Hijo. " [The Pearl: Seven Hymns on the Faith 3:2, in Philip Schaff and Henry Wace, Nicene and Post-Nicene Fathers , Second Series (Peabody, MA: Hendrickson, 1994), 13:295.]

El Libro de Mormón deja claro que el color de la piel no afecta a la propia condición de la persona como justa o pecadora. Nefi, hijo de Helamán, declaró a los nefitas:
"Porque he aquí, así dice el Señor: No manifestaré mi fuerza a los inicuos, a uno más que al otro, salvo a los que se arrepientan de sus pecados y escuchen mis palabras. Por tanto, quisiera que comprendieseis, hermanos míos, que será mejor para los lamanitas que para vosotros, a menos que os arrepintáis. " - Hélaman 7:23
Este pasaje es una reminiscencia de la visión de Nefi del futuro de los lamanitas: "Y aconteció que vi, que después que hubieron degenerado en la incredulidad, se convirtieron en una gente obscura, repugnante y sucia, llena de ocio y de todo género de abominaciones." [1 Nefi 12:23] Es evidente que el Libro de Mormón describe varias pueblos, incluyendo a los mismos nefitas, como oscuros, sucios y repugnantes en un sentido espiritual. Los nefitas que no estuvieron de acuerdo a los lamanitas, no fueron considerado en términos tan negativos, y el mismo Señor no utiliza tal verbosidad para describir los lamanitas. Por otra parte, los nefitas como los hijos de Mosíah y su generación, quienes aceptaron a los lamanitas convertidos en su sociedad, tienen sólo cosas buenas que decir acerca de estos conversos.

Se concluye, entonces, que si bien algunos nefitas parecen haber sido racistas en el sentido de que fueron rechazados por el color de la piel de los lamanitas, esto no fue un rasgo general. En lugar de promover los conceptos de inferioridad racial, los acontecimientos y enseñanzas en el Libro de Mormón sugieren claramente que los pueblos de diferentes orígenes étnicos y raciales y sus tradiciones, en verdad pueden superar viejos odios e ideas falsas y alcanzar la paz, la felicidad y la unidad a través del Evangelio de Jesucristo.


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