¿Cumorah en Nueva York?: El Incidente de Zelph

Crítica No Mormona:

En junio del 1834 Jose Smith durante la marcha del campamento de Sión identificó un esqueleto encontrado en un montículo de entierro en Illinois como el de un guerrero lamanita llamado Zelph. El incidente Zelph tiene significado especial en que Smith afirmó hacer una identificación por medio de revelación divina:

… las visiones del pasado estando abierto a mi entendimiento por el Espíritu del Todopoderoso, yo descubrí que la persona cuyo esqueleto estaba delante de nosotros fue un lamanita blanco, un hombre grande y grueso, y un hombre de Dios. Su nombre era Zelph… quien fue conocido del cerro Cumora, o el mar oriental a las montañas rocosas (History of the Church [Historia de la iglesia], 7 vols. (Deseret Book Co., 1946), II:79-80.

Vea también Times and Seasons [Tiempos y estaciones], vol. 6, no. 20 (Enero 1846), p. 1076, que dice que los montículos de entierro de Illinois fueron “amontonados por los antiguos habitantes de este país, nefitas, lamanitas, etc.” y que “Él [Zelph] fue matado en batalla, por la flecha encontrado entre sus costillas, durante el ultimo gran lucha de los lamanitas y nefitas.”

Respuesta SUD:

David A.Palmer aclara este punto:

El Incidente de Zelph

Un segundo argumento que se ofrece es que José Smith identificó el área de Nueva York como el último campo de batallas. Joseph Fielding Smith dice: "Además, está escrito que el propio profeta José Smith declaró definitivamente que el cerro actual llamado Cumorah es el cerro preciso del cual se habla en el Libro de Mormón". El se refería a La Historia de la Iglesia edición de 1948, tomo II, pp.79, 80. Allí hay un relato del "incidente de Zelph", que ocurrió durante la marcha de un grupo de miembros de la iglesia, (Campo de Sión.) Este grupo descubrió un montículo lleno de huesos. Los hombres lo excavaron y hallaron un esqueleto con una punta de flecha en sus costillas, la cual aparentemente fue la causa del su muerte. Diversos informes de la reacción de José Smith ante la escena han sido la causa de confusión considerable. La cita de la edición de 1948 de La Historia de la Iglesia en efecto parece apoyar la opinión de Joseph Fielding Smith. Sin embargo, la primera edición de la historia da una versión enteramente diferente, que definitivamente no respalda esa opinión. Ya que ambas supuestamente fueron tomadas del diario manuscrito del profeta José Smith, ¿cuál es más correcta? Citaremos la edición de 1948, con las palabras que no estaban en la edición de 1904, en letra cursiva.
En nuestro viaje habíamos visitado varios de los montículos levantados por los antiguos habitantes de este país —nefitas, /aman/tas, etc.— y esa mañana subí a la cima de un elevado montículo cercano al río, acompañado de mis hermanos. Desde ahí podíamos ver las copas de los árboles y contemplar la llanura a ambos lados del río, hasta donde alcanzaba la vista, y el paisaje era verdaderamente encantador.

En la cima del montículo había piedras que tenían la apariencia de ser tres altares, construidos uno sobre el otro, según el orden antiguo, y había restos de huesos esparcidos en la superficie. Los hermanos consiguieron una pala y un azadón, y al escarbar la tierra a una profundidad de unos treinta centímetros, descubrieron el esqueleto de un hombre, casi completo, y entre sus costillas, la punta de una flecha Iamanita hecha de piedra, la cual evidentemente causó su muerte. El hermano Burr Riggs guardó la flecha. La contemplación del paisaje que nos rodeaba causó sensaciones raras en nuestro ser; y posteriormente, al ser aclaradas a mi entendimiento las visiones del pasado, por el Espíritu del Omnipotente, descubrí que la persona cuyo esqueleto teníamos ante nosotros era un Lamanita blanco, un hombre grande y fornido, y un hombre de Dios. Su nombre era Zelph. Fue un guerrero y jefe bajo el mando del gran profeta Onandagus, el cual era conocido desde el cerro de Cumorah, o mar del este, hasta las Montañas Rocosas. La maldición le había sido quitada a Zelph, o por lo menos en parte. Años antes de su muerte, durante una batalla, una piedra arrojada con una honda le había fracturado el hueso de uno de sus muslos. Había muerto en la batalla a causa de la flecha descubierta entre sus costillas, durante la gran lucha final con los lamanitas y nefitas (Historia de la Iglesia tomo II, pp. 79, 80, edición de 1948).
Hemos conseguido una copia fotostática del manuscrito original, y la razón de la discrepancia entre las ediciones está clara. En el manuscrito hay varias adiciones y correcciones, lo cual es común cuando la historia se escribe por un secretario sujeta a revisión y corrección. La edición de 1904 incluyó todas las correcciones hechas por el profeta, mientras que la edición de 1948 ignoró la mayoría de ellas. Debido a derechos de copyright el original no se puede reproducir aquí, pero las adiciones y omisiones las he marcado en el texto con tinta más negra. Todas las adiciones y correcciones en el original están hechas por la misma mano, que fue diferente de la mano que escribió el original.
En nuestro viaje habíamos visitado varios de los montículos levantados por los antiguos habitantes de este país —(nefitas, lamanitas, etc).— y esa mañana subí a la cima de un elevado montículo cercano al río, acompañado (por varios) de mis hermanos. Desde ahí podíamos ver las copas de los árboles y contemplar la llanura a ambos lados del río, hasta donde alcanzaba la vista, y el paisaje era verdaderamente encantador.

En la cima del montículo había piedras que tenían la apariencia de ser tres altares, (construidos) uno sobre el otro, según el orden antiguo, y había (restos de) huesos esparcidos en la superficie. Los hermanos consiguieron una pala y un azadón, y al escarbar la tierra a una profundidad de unos treinta centímetros, descubrieron el esqueleto de un hombre, casi completo, y entre sus costillas, (la punta de una flecha) lamanita hecha de piedra, la cual evidentemente causó su muerte. El hermano Burr Riggs /(Brigham Young) guardó la flecha. La contemplación del paisaje que nos rodeaba causó sensaciones raras en nuestro ser; y (posteriormente), al ser aclaradas a mi entendimiento las visiones del pasado, por el Espíritu del Omnipotente, descubrí que la persona cuyo esqueleto(que habíamos visto) /(teníamos ante nosotros) era un lamanita blanco, un hombre grande y fornido, y un hombre de Dios. Su nombre era Zelph. Fue un guerrero (y jefe) bajo el mando del gran profeta Onandagus, el cual era conocido desde el (cerro de Cumorah, o ) mar del este, hasta las Montañas Rocosas. La maldición le había sido quitada a Zelph, o por lo menos en parte. Años antes de su muerte, durante una batalla, una piedra arrojada con una honda le había fracturado el hueso de uno de sus muslos. Había muerto en la batalla a causa de la flecha descubierta entre sus costillas, durante la gran lucha ( final ) con los lamanitas (y nefitas )

Las correcciones hechas al manuscrito de las notas del incidente sobre Zelph muestran claramente que las referencias a NEFITAS, CUMORAH O FINAL fueron omitidas cuando se revisó la historia. ¿Quién fue responsable por las adiciones? De acuerdo con la oficina del historiador de la Iglesia, las primeras notas, durante el viaje, fueron escritas por Willand Richards y las correcciones por Thomas Bullocfe ambos escribas del profeta.

La secuencia seguida en escribir la historia de la Iglesia ha sido descrita por Dean Jessee ( 1971) uno de los historiadores de la Iglesia. Debido a varios problemas en los primeros años, la historia no se comenzó a escribir en forma sino hasta la época de Nauvoo. Durante ese tiempo Willard Richards trató de escribir la historia desde el principio pero solo llegó hasta el año 1838, antes de la muerte del profeta. En Febrero de 1845 la tarea de escribir la historia continuó bajo la dirección del consejo de los Doce, con Thomas Bullock como asistente del hermano Richards. El hermano Bullocfe fue el principal en completar la historia.

La historia se había escrito usando las notas que existían de esos años y contenían algunos errores. Antes de su muerte el profeta había revisado cuarenta y dos páginas de lo escrito. Después de su muerte, los Doce dirigieron el trabajo de revisión. En presencia de Brigham Yóung, Heber C. Kimball, Willard Richards y George A Smith, Thomas Bullocfe leía la historia en alta voz y la corregía, basado en los comentarios de ellos como observadores personales de muchos de los importantes eventos en la historia de la Iglesia (Véase Jessee 1971: 473, nota 108). De eso se puede concluir que las correcciones se hicieron basadas en la experiencia directa de Brigham Yóung y Heber C. Kimball. Nótese que dos de los cambios en el documento sobre Zelph incluyen a miembros de los Doce. Además, los cambios hacen que el relato concuerde con el diario del elder Kimball el cual dice que la visión no fue dada sino hasta que ya se habían movido del lugar.

Las ediciones de la historia documental no concuerdan con todas las correcciones, pero la edición de 1904, editada por B.H. Roberts, es seguramente la más exacta.

Preston Nibley, cuando era asistente historiador, examinó la misma página del manuscrito el 29 de Agosto de 1957. Fletcher Hammond, quien estaba presente, reportó "... El hermano Nibley me ha autorizado para que diga que la edición de 1904 de la Historia Documental de la Iglesia, Vol 11 páginas 79 y 80 reporta correctamente el incidente de "Zelph" y que esa parte en las ediciones de 1934 y 1948 de la misma historia, están en error." (Hammond, 1959). Aunque este tópico ya parece demasiado técnico, hay un punto muy importante. Las correcciones originales a la historia documental fueron hechas bajo la dirección de los Doce en presencia de los que fueron testigos del evento. Por lo tanto, las correcciones deben ser aceptadas como correctas. Esto nos deja sin ninguna evidencia de que José Smith jamás dijo o sugirió que las últimas batallas Nefitas o Jareditas sucedieron alrededor de Palmyra, Nueva York.

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