Matrimonio Celestial

Critica Mormona:

"Este ritual [matrimonio] celestial es exigido para poder acceder a este nivel, el más alto del cielo." -Matt Slick
Respuesta SUD:


Por Stephen Michael Purdy


(Este es otro ejemplo del uso de palabras cargadas de propaganda. ¿Porque dijo "exigido" y no "requerido"? ¿Porque dijo "ritual" y no "ordenanza"? La razón es que los críticos evitan palabras conocidas por el cristianismo a propósito para que nuestra religión suene extraña y menos cristiano.)

Para nosotros, un aspecto muy importante de la vida eterna es la familia. Los Santos de los Últimos días creemos que las familias se pueden sellar por la eternidad en los Templos Sagrados de Dios. Los matrimonios que están sellados con el poder y la autoridad de Dios no terminan con la muerte, sino que siguen en las eternidades para aquellos que son fieles. Enseñamos que el hombre debe dar "honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida" (1 Pedro 3:7) y que el hombre "se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24). Dios ordenó y aprobó el matrimonio de Adán y Eva en el Jardín de Edén antes de la caída. La Biblia revela el primer mandamiento dado al hombre en Edén,"Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, (Génesis 1:28). No creo que Dios diera un mandamiento para tener hijos, si Adán y Eva no estaban casados ("los bendijo"), y no creo que Dios exigiera un estado como el matrimonio si Él lo consideraba inferior a la vida soltera. "Porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado" (Deut. 30:16). Consideramos las palabras de Pablo a los Corintios como instrucciones específicas para una situación especial.


Tener una familia nos enseña paciencia, amor incondicional, y muchas otras cualidades que nos ayuda a progresar, a ser más como nuestro Padre Celestial. Podemos entender un poco más como Él se siente con su obra de cuidar la familia humana en la tierra. La iglesia enseña que el matrimonio es una institución celestial y la familia puede ser una fuente de gozo y felicidad."He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre" (Salmos 127:3). Como Dios instituyó el matrimonio en el jardín de Edén, "todo lo que Dios hace será perpetuo" (Ec. 3:14) o "para siempre". Jesús aprobó el matrimonio en las bodas de Canaán y en palabras directas. En el Nuevo Testamento nuestro Salvador y Redentor Jesucristo nos enseño, "al principio de la creación varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre" (Marcos 10: 6-9). Pablo confirmó diciendo, "en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios" (1 Cor. 11: 11-12).

El concepto de grados de gloria en los cielos no es nuevo. Jesús dijo, "En la casa de mi Padre muchas moradas hay" (Juan 14: 2). Entendemos que hay grados o "glorias" diferentes, por lo tanto Pablo explicó sobre la resurrección, "Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria" (1 Cor. 15: 40-41), y luego Pablo describe una experiencia de un hombre quien "fue arrebatado hasta el tercer cielo" (2 Cor 12:2). La Biblia da pistas de la posibilidad que hay niveles en el reino de Dios. Pero nuestra doctrina no se basa en estos versículos. Doctrina y Convenios sección 76 amplifica las palabras de Pablo. Además, hay sentido en esto porque sabemos que algunas personas viven sus vidas más fieles que otras y un Dios justo recompensaría cada persona de acuerdo con su fidelidad. En la revelación moderna (dado en 1832) nos explica que hay tres reinos (y divisiones entre de si) de Gloria: Celestial, Terrestre, y Telestial.

La doctrina de exaltación, entendida como realmente lo enseña la iglesia, se encuentra apoyada en la Biblia, y en las palabras de cristianos antiguos. Juan escribió sobre quienes recibirán gloria celestial,"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo" (Apoc. 21: 7). Una revelación dada a través de José Smith está de acuerdo cuando dice, "Son dioses, sí, los hijos de Dios. Por consiguiente, todas las cosas son suyas" (DyC 76: 58-59). La sola diferencia es el uso de la palabra, "dioses" y más adelante aclaró el uso de esta terminología. Doctrina y Convenios enseña que quienes no reciban la exaltación no son dioses, sino ángeles. "Porque estos ángeles no se sujetaron a mi ley; por tanto, no pueden tener aumento, sino que permanecen separada y solitariamente, sin exaltación, en su estado de salvación," (DyC 132: 17).
Bajo la ley de Moisés y el sacerdocio de Aarón, el pueblo de Israel no tenía acceso a las ordenanzas mayores. Jesucristo enseñó que bajo la ley de Moisés y el sacerdocio preparatorio, "los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no puedan ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección" (Lucas 20: 34-36). El matrimonio en el templo, como el bautismo, es una "ordenanza terrenal", o sea, no se puede hacer en los cielos o después de la resurrección.

La ley de Dios requiere que los matrimonios se hagan en la tierra bajo la autoridad del sacerdocio antes del fin del milenio (los mil años después de la segunda venida de Cristo). El reino celestial es donde las relaciones eternas existen. Matrimonios nuevos no se hacen allí (Lucas 20: 27-36) y no todos tendrán el privilegio de recibir las bendiciones de un matrimonio eterno porque requiere que las personas cumplan con los convenios del Señor bajo su ley (DyC 132: 7-17).

En la nueva dispensación, Jesucristo dio a Pedro la autoridad del sacerdocio mayor (de Melquisedec). Lleva con él las ordenanzas y convenios mayores donde los que cumplen no serán ángeles, sino"hemos de juzgar a los ángeles" (1 Cor. 6:3). Cristo explicó como uno con el poder y la autoridad de Dios puede sellar las familias eternamente cuando dijo "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Este poder fue sido quitado en tiempos de apostasía y ha sido restaurado en tiempos de luz y revelación.

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