La Primera Visión de José Smith: Una epítome del Evangelio de Jesucristo

La tesis que les compartiré hoy es que la Primera Visión fue una investidura y un epítome del Evangelio de Jesucristo. La Primera Visión fue la iniciación de José Smith como vidente, y que esta iniciación fue una especie de investidura, anticipando a la ceremonia del templo que el Profeta comenzó a revelar a otros en Nauvoo. Comencé a ver que la "investidura" de la Primera Visión de José Smith también prefiguraba lo que tendemos a considerar como la doctrina de "Nauvoo", particularmente la doctrina de la exaltación.

Podemos estar inclinados a pensar en la Primera Visión de José Smith como solo una revelación sobre la restauración de la Iglesia, en donde le dijeron que la verdadera iglesia no estaba en la tierra. Esto no es inexacto, pero es como principalmente hablamos de la Primera Visión.

Lo que quiero presentarles hoy es que la Primera Visión fue mucho más. Más que una revelación sobre la restauración de la iglesia y del Evangelio, la Primera Visión fue también una revelación del Evangelio: una encapsulación de todo el plan de redención y una manifestación del poder redentor de Cristo. Es, de hecho, la experiencia espiritual que resume más completamente el Evangelio y la manifestación más poderosa del poder redentor de Cristo que yo, como historiador de la religión, he encontrado.

La primera visión es paralela a la Transfiguración de Cristo
La Primera Visión es paralela a la Transfiguración de Cristo en el Monte de la Transfiguración. Las palabras familiares de la Primera Visión, “Este es mi Hijo amado... Escúchalo ” son en realidad las palabras que Dios el Padre le dijo a Pedro, Santiago y Juan, en el Monte de la Transfiguración en Mateo 17. Hay una especie de eco bíblico en lo que el Padre dice al comienzo de la Primera Visión.

Esa experiencia de transfiguración fue en sí misma esotérica, quiero decir que involucra niveles más altos de verdad que son retenidos hasta que las personas estén preparadas para ellos. Jesús les dijo a Pedro, Santiago y Juan que lo mantuvieran en secreto. Cuando "descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos." (Mateo 17: 9).

José Smith en realidad mantuvo su propia visión esotérico desde el principio. Leemos que José dice que después de la visión, cuando estaba físicamente débil después de la experiencia, se fue a su casa. “Al apoyarme sobre la mesilla de la chimenea, mi madre me preguntó si algo me pasaba. Yo le contesté: “Pierda cuidado, todo está bien; me siento bastante bien”. Entonces le dije: “He sabido a satisfacción mía que el presbiterianismo no es verdadero”." (JS-H 1:20).

¡Acabas de ver a Dios! Y todo lo que le dice a su mamá es eso. Entonces, desde el momento en que sale de la arboleda, la primera vez que habla con alguien más sobre la Primera Visión, retiene el 99.99% de lo que fue esa experiencia, y simplemente entrega la parte que es inmediatamente relevante.

Entonces es fácil suponer y pensar: “¡Ah! Eso es todo lo que descubrió en ese momento, pero lo sabemos. ¡Conocemos toda la historia!. Lo que voy a decir es: No, no lo hacemos.

Es significativo notar que los relatos publicados de la Primera Visión fueron escritos para el publico en general o registrados como José los contó a una audiencia no Santos de los Últimos Días. En otras palabras, esperaríamos que José hubiera retenido gran parte de la experiencia con este público, pero en contextos de fe él revelaría detalles adicionales. Afortunadamente, contamos con relatos que José dijo a una audiencia Santo de los Últimos Días.

1. 1844 Relato del diario Alexander Neibaur:

Uno de estos (en realidad no el primero cronológicamente) fue dado en 1844, registrado en el diario de Alexander Neibaur. En ese relato, Jose da detalles que no están en sus relatos publicadas. Él habla más sobre la apariencia de Cristo. Él habla un poco específicamente sobre la túnica de Cristo de una manera que sería interesante para los Santos de los Últimos Días que han pasado por el templo, pero que no sería relevante o apropiado hablarlo con el público.

2. Relato de John Alger del diario de Charles Lowell Walker

Otro relato que analizaremos más a fondo, dado en Kirtland en la casa de Joseph Smith, Padre y relatado por John Alger.

3. Discurso del 11 de junio de 1843

Otro relato es un discurso que José dio en Nauvoo, el 11 de junio de 1843.

En la Primera Visión los ojos de Jose Smith fueron tocados para recibir la vista - Relato John Alger
1893, fue registrado por Charles Lowell Walker en su diario: Jueves 2 de febrero... Asistió a una reunión de ayuno ... El hermano John Alger dijo mientras hablaba del profeta José, que cuando él, John, era un niño pequeño, escuchó al profeta José relatar su visión donde vio al Padre y al Hijo, y que Dios tocó sus ojos con su dedo y dijo: "José, este es mi Hijo amado, Escúchalo". Tan pronto como el Señor tocó sus ojos con su dedo, inmediatamente vio al Salvador... y que Jose, mientras hablaba de eso, puso su dedo en su ojo derecho.
Este relato es de principios de la década de 1890. Entonces, ¿Por qué confiaríamos en el relato de John Alger? Es un relato muy tardío.

Primero, la estrecha conexión con los Smith, particularmente a través de Fanny Alger. La famosa Fanny Alger, quien vivió con los Smith durante algún tiempo. Segundo, John Alger recordó detalles físicos relacionados con esta narración; el señalar a los ojos. El relato de John Alger menciona detalles únicos de la Primera Visión, que es algo que esperaríamos encontrar cuando nos enteramos de que esta relato de la Primera Visión se dio en la intimidad familiar de los Smith. Esto sucedió en la casa de Joseph Smith, Padre. El detalle del relato de John Alger coincide con un patrón en las escrituras para devolver la vista física y espiritual. Así que echemos un vistazo a ese patrón.
En la Biblia tenemos un ejemplo no exacto, pero análogo. La boca de Isaías fue tocada, y luego pudo hablar proféticamente con su boca (Isaías 6). Esto sería paralelo a que los ojos de Jose fueran tocados.

En el Libro de Abraham (Abraham 3:12), Abraham dice que Dios puso su mano sobre sus ojos, y luego pudo ver las estrellas y los mundos que Dios había creado. Jesús, en los Evangelios, toca los ojos de los ciegos y los cura. Enoc (Moisés 6:35) por orden de Dios unge sus propios ojos con barro para ser vidente, y es una de las formas en las que Jesús curó a los ciegos, ungiendo sus ojos con barro.

 En la historia del hermano de Jared, por supuesto, el Señor no toca sus ojos, pero el hermano de Jared quiere poder ver. Ese es el problema, al igual que con los ciegos (Marcos 10:51). El Señor le pregunta: "¿Qué quieres que haga por ti?" Lo que quiere el hermano de Jared es que el Señor toque las piedras para que puedan ver. Y luego el Señor también le da con esas otras dos piedras que ha tocado, los intérpretes, que le permiten al hermano de Jared actuar como vidente.

Entonces, esa misma pregunta, que el Señor le pregunta al hermano de Jared: "¿Qué quieres que yo haga...?" Resulta ser la pregunta que Jesús hace a los ciegos en los Evangelios sinópticos, y luego dicen: "Maestro, que recobre la vista", y toca sus ojos para que puedan ver. Entonces, hay un tema bíblico de la santificación al tocar los ojos, particularmente la apertura de los ojos, sea de los ciegos físicos o espirituales.

La Primera Visión no solo sucedió en la Arboleda, también implico un Ascenso Celestial
La Primera Visión, también argumentaré, no ocurrió solo en la Arboleda. Implicaba un ascenso celestial. Como analogía, veamos la llamada teofanía de Lehi, justo al comienzo de El Libro de Mormón. La primera parte de esta experiencia es que la presencia de Dios desciende a la tierra, una columna de fuego viene y descansa ante Lehi. Luego, en la segunda parte de la llamada teofanía, Lehi es llevado o arrebatado al cielo, donde ve a Dios en su trono.

Entonces, la Presencia Divina desciende a la persona y después Dios levanta a la persona a donde Dios está, en el cielo. Esto es lo que argumento sucede con Jose Smith.

Entonces, la primera visión de José comienza en la Tierra. En su relato de 1835 escribe que "descendió una columna de fuego". El relato de 1832 dice "luz", que nos es más familiar. Él dice que la columna de fuego no quemó nada, por lo que todavía está viendo la arboleda al comienzo de la experiencia. Dios se aparece en la arboleda, la experiencia se encuentra en la tierra y luego, yo diría, se traslada al cielo. Tenemos algunas indicaciones que apuntan a esto.

En la carta de 1842 de Wentworth, Jose relata: "mientras me encontraba concentrado en ferviente súplica, mi mente fue apartada de todo lo que me rodeaba y me envolvió una visión celestial". No parece que solo estuviera allí sentado en la arboleda. El relato oficial de José Smith- Historia, también sugiere que en algún momento durante la experiencia no fue consciente de su entorno. Jose dice: "Cuando otra vez volví en mí, me encontré de espaldas mirando hacia el cielo." (JS-H 1:20). Su mente se alejo de su entorno natural y luego tuvo que volver en sí y encontrarse acostado en la arboleda. Esos detalles son similares a la parte de ascenso celestial de la teofanía de Lehi, que acabamos de discutir, en la que fue "dominado por el Espíritu" y "fue arrebatado en una visión"(1 Nefi 1:8).

Jose insinuó este aspecto de ascenso celestial de su Primera Visión en un discurso de Nauvoo. El 11 de junio de 1843, Jose habló sobre cómo oró para saber cual de todas las sectas era verdadera, fue a la arboleda y preguntó al Señor. En el mismo discurso, José está hablando de los miembros de la Trinidad. Él dice: “Pedro y Esteban testificaron que habían visto al Hijo del Hombre a la diestra de Dios. Toda persona que haya visto los cielos abiertos sabe que allí hay tres Personajes que tienen las llaves de autoridad, y que uno de ellos lo preside todo”

Lo que encuentro interesante aquí es que en este discurso es que José está hablando de su propia experiencia de la Primera Visión y algunas de sus implicaciones para comprender que los personajes de la Deidad no son una persona. Están separados como él había visto al Padre y al Hijo.

Y luego agrega:"Toda persona que haya visto los cielos abiertos sabe". Bueno, ¿Por qué diría algo así de los cielos abiertos cuando habla de la Primera Visión? Voy a sugerir que lo que Jose insinúa aquí es que él, como parte de la Primera Visión, tuvo un ascenso celestial como Lehi.

Conclusion

A través de la Primera Visión, José adquirió un atributo divino. José Smith entra en la Primera Visión buscando sabiduría, y en parte buscando información como el dice. Quiere saber qué iglesia es verdadera. Pero la sabiduría es más que solo información. La sabiduría también es un atributo divino. Tener sabiduría, en este sentido, sería ver como Dios ve, y entender como Dios entiende.

Entonces, convertirse en vidente era adquirir un atributo divino. Al ser tocados sus ojos por Dios que todo lo sabe y todo lo ve, José Smith recibió la vista divina, la sabiduría divina. Un Dios que todo lo ve, toca tus ojos y ves todo.

En la Primera Visión, Dios descendió a José en la Arboleda para levantarlo, es decir, para exaltarlo y para comenzar a otorgarle atributos divinos, comenzando con la Sabiduría. Esta idea también se encuentra en Filipenses, donde Jesús siendo "en forma de Dios" premortalmente, se despojó a sí mismo para hacerse semejante a nosotros, y muere en la cruz, para que entonces sea exaltado por el Padre para que nosotros podamos ser exaltados con él. Hubo una fórmula cristiana primitiva que resumía esta idea, algo que será muy familiar y resonante para los Santos de los Últimos Días: "Dios se hizo hombre para que el hombre se convierta en Dios" (San Atanasio de Alejandría).
En la Primera Visión de José Smith hay una encapsulación del Evangelio. En la experiencia de José Smith, Dios bajó a la tierra para llevar a José al cielo. Dios bajó a su nivel para elevarlo al nivel de Dios. Esta no fue solo una experiencia que enseñó el Evangelio. Esta fue una experiencia del Evangelio. Es por ello que la Primera Visión presenta el Evangelio en su plenitud.

Desde el comienzo de la Restauración, desde la Primera Visión, vemos el Evangelio en su plenitud, un Evangelio en el que Dios se agacha a invitarnos a unirnos a Él en Su vida. La primera visión de José Smith es quizás el ejemplo más importante de cómo puede ser el Evangelio de Jesucristo en la vida humana. En la primera visión, vemos lo que el Evangelio es y lo que el Evangelio lo hace.
Si quieres ver cómo se ve el Evangelio de Jesucristo en acción, este es el momento.

El Evangelio de Jesucristo es que Dios nos ama tanto que, Cristo, baja para encontrarse con nosotros donde estamos, para elevarnos a donde El está, así como lo hizo con José Smith en la Primera Visión; Él nos ama a ti y a mí tanto que haría eso por ti individualmente.

No he visto una visión como la de José Smith. Sospecho que tú tampoco. Pero he probado el amor de Dios, y puedo testificarles que somos amados con un amor que ni siquiera podemos imaginar por nuestra cuenta. Somos amados con un amor del cual el mayor amor humano que podemos experimentar es solo una mirada.

En su Primera Visión, José Smith tuvo lo que puede ser la mayor revelación para un ser humano mortal. Pasaría el resto de su vida siendo testigo de ello. Como historiador de la religión y discípulo de Jesucristo, agrego mi testimonio al suyo. No conozco ninguna experiencia única en la que el Evangelio de Jesucristo haya realizado más plenamente su obra redentora de amor o en la que esté más plenamente personificada que la Primera Visión de José Smith.

Don Bradley es escritor, editor e investigador especializado en la historia temprana de la Iglesia. Don realizó recientemente una pasantía en el Proyecto Documentos de Jose Smith y está completando su tesis, sobre las primeras concepciones de la iglesia de la Nueva Jerusalén, hacia una maestría en Historia en la Universidad Estatal de Utah. Ha publicado sobre la traducción del Libro de Mormón, el matrimonio plural antes de Nauvoo, y los "grandes principios fundamentales del mormonismo" de José Smith y planea publicar un análisis extenso, en coautoría con Mark Ashurst-McGee, sobre las planchas de Kinderhook. El primer libro de Don fue The Lost 116 Pages: Reconstructing the Missing Contents of the Book of Mormon.

Articulo adaptado de "Joseph Smith's First Vision as Endowment and Epitome of the Gospel of Jesus Christ (or Why I Came Back to the Church)" publicado en www.fairmormon.org. Traducido por santosension.org


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