Le expliqué que en la investidura, en lugar de ver representados estos momentos específicos, en primer lugar aprendemos por qué eran necesarios y estamos seguros de que se planearon desde el principio. Aprendemos de la libertad ilimitada y las oportunidades que nos esperan a causa de la expiación de Cristo. En muchas iglesias y catedrales cristianas, esta hermana pudo haber visto hermosas representaciones de la pasión de Cristo, pero solo en el templo puede aprender el propósito de la pasión.
El élder Russell M. Nelson ha escrito: “Las ordenanzas y los convenios del templo enseñan sobre el poder redentor de la Expiación.” (Russell M. Nelson, “Preparémonos para las bendiciones del templo”, Liahona, octubre de 2010). De manera similar, Andrew C. Skinner ha enseñado que "la conexión entre el templo y la Expiación no es tenue ni débil en ningún nivel" ( Temple Worship, 52; énfasis en el original). A veces estas conexiones son obvias. Otras veces debemos buscarlos. De cualquier manera, “Todas las cosas que han sido dadas por Dios al hombre, desde el principio del mundo, son símbolo de él.” (2 Nefi 11: 4).
Algunos ven un arco iris como nada más que luz. Otros ven una señal del pacto del Señor (Véase Génesis 9:13). Algunos israelitas vieron a la serpiente de bronce como nada más que una serpiente en un palo (vea Números 21: 6–9). Otros vieron al Salvador levantado en la cruz (véase Helamán 8: 14–15). En el nacimiento de Cristo, algunos deben haber visto la estrella como nada más que una rareza, pero "los magos del oriente" (Mateo 2: 1) reconocieron la "nueva estrella" (Helamán 14: 5) y la siguieron para encontrar al bebé Rey. Debido a que vieron a Jesús en la señal, finalmente vieron a Jesús. A medida que aprendemos a reconocer a Cristo en las ordenanzas, señales y símbolos del templo, nos preparamos para reconocerlo un día.
En los templos antiguos, los sacerdotes fueron lavados con agua. La ley de Moisés requería varios lavados, simbólicos de la limpieza final de la Expiación. Los sacerdotes fueron lavados en preparación para su servicio en el templo (Véase Éxodo 29: 4; 40:12). El sumo sacerdote recibió instrucciones de que “lavará luego su cuerpo con agua en un lugar santo, y después de ponerse sus vestidos, saldrá y ofrecerá su holocausto” (Levítico 16:24).
Los sacerdotes fueron ungidos con aceite santo, al igual que los reyes y los profetas (Véase 1 Samuel 10: 1, 24; Salmo 105: 15). Esta unción se realizaba para santificarlos (véase Éxodo 40:13; 28: 40–41; Levítico 8:12), una santificación que solo es posible a través de la expiación de Cristo, que era el gran Mesías , que significa "el Ungido" (Véase Hechos 4:27; 10:38). También simbólico de la Expiación fue el aceite de oliva usado en la unción. Getsemaní era un huerto de olivos, y traducido del hebreo, la palabra Getsemaní significa "prensa de aceite".
La ropa sagrada del templo recordaba a los antiguos sacerdotes de Jesús. Los que entraron al templo antiguamente llevaban ropas blancas. Cuando Cristo vino a los nefitas, estaba "vestido con una túnica blanca" (3 Nefi 11: 8). Apocalipsis 7: 13–14 deja en claro que cuando los Santos esten un día “vestidos de ropas blancas” es porque “han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero”.
Estoy en deuda con Donald W. Parry y Jay A. Parry por gran parte de lo que he aprendido y compartido en este capítulo sobre los templos antiguos y los sacrificios (Véase Templos del Mundo Antiguo, Símbolos y Sombras). Fue fascinante para mí descubrir que la ropa sagrada usada por los antiguos sacerdotes era vital para su adoración. Parte de las vestiduras del sacerdote consistía en ropa interior de lino blanco. Cuando Adán y Eva descubrieron su desnudez en el Jardín del Edén, Dios le pidió a Jesús que hiciera abrigos de pieles para cubrirlos (Véase Génesis 3:21). Cuando nosotros pensamos en una túnica, normalmente pensamos en algo usado sobre otra ropa. Sin embargo, John Bytheway una vez me señaló que la palabra traducida como túnica en realidad se refería a "una prenda interior en contacto con la piel (Levítico 16: 4), también usada por las mujeres, generalmente con mangas, que baja hasta las rodillas" (blueletterbible.org/lang/lexicon). Ponerse esta prenda especial simbolizaba ponerse a Cristo y dejar que Su Expiación los cubriera (Véase Romanos 13:14; Gálatas 3:27).
Junto con esta prenda interior, el sacerdote también usaba túnicas sobre su ropa, incluyendo un tocado, túnica, cinturon y faja (Éxodo 28, 29, 39; Ezequiel 44: 17–18). El término hebreo traducido como faja también podría traducirse como delantal (Véase Génesis 3: 7). Isaías escribió: "Me vistió con vestiduras de salvación, me cubrió con manto de justicia" (Isaías 61:10; véase también Job 29:14). Antiguamente, si alguien tenía zapatos, era una indicación de que el portador era una persona libre en lugar de un esclavo. Quitarse los zapatos en el templo fue un reconocimiento no solo de que el portador estaba en tierra santa (Véase Éxodo 3: 5; Josué 5:15), sino que también estaba dispuesto a ser el siervo de Dios. Las vestiduras del templo se consideraban de naturaleza tanto real como sacerdotal (Véase Éxodo 19: 6). Así como Nefi escribió sobre su "reinado y ministerio" (1 Nefi 10: 1), en última instancia, las vestiduras del templo recordaron a todos los portadores de su potencial para reinar como Jesucristo, el Rey de reyes (Véase 1 Timoteo 6:15), y para ministrar como Jesús, el Gran Sumo Sacerdote (Véase Hebreos 6:20; 9:11).
Fuente:ldsliving.com. Traducido por Dastin Cruz para mundosion.org
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