Pero los más de 67,000 misioneros de tiempo completo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están asignados a naciones de todo el mundo, donde pasan dos años o 18 meses buscando posibles conversos. Eso significa mucho trabajo en lugares peligrosos. Algunos han presenciado o han sido víctimas de violencia horrible, desastres naturales e inestabilidad política, donde han tenido que huir de rebeldes armados con armas de fuego, de protestas por la quema de automóviles y los mítines. Muchos han sobrevivido a atracos , accidentes de trenes, fiebre del dengue y otras enfermedades variadas.
La iglesia inició una encuesta de seguridad para los misioneros en junio de 2017 en donde se les les preguntaba a los misioneros si se sentían inseguros en su área todos los días, la encuesta contenía preguntas acerca de si los misioneros han experimentado u observado daño físico, como ser golpeado, pateado, ahogado, restringido, mordido por un perro o de alguna otra manera herido. También se les pregunto sobre el acoso, incluidos gestos obscenos, silbidos, exposición o acoso. Si ellos han sido manoseados, a tientas, besados o asaltados sexualmente y, en caso afirmativo, cuándo y dónde. Tuvo una sección de preguntas sobre la vivienda: si se sienten seguros y tienen escapes de incendios y agua limpia.
"La seguridad de los misioneros es de gran importancia para la iglesia", dijo en ese entonces el portavoz de la Iglesia, Eric Hawkins, en un comunicado. "Esta encuesta es para ayudarnos a comprender mejor las experiencias y percepciones cotidianas de los misioneros de todo el mundo relacionadas con la seguridad física".
Los líderes de la Iglesia creen que estos misioneros voluntarios "son divinamente vigilados en la obra que realizan", dijo Hawkins. "Sin embargo, creemos que es importante comprender sus circunstancias y hacer los ajustes apropiados cuando sea necesario".
En mayo de 2018, se envió una encuesta de seguimiento a misiones no especificadas donde se habían informado "múltiples preocupaciones de seguridad". Esos resultados de la encuesta no se han hecho públicos.
El portavoz de la iglesia, Daniel Woodruff, dijo que los hallazgos se compartirían con los presidentes de misión "para ayudarles a comprender los riesgos potenciales en sus misiones y ayudarlos a considerar dónde se ubican los misioneros".
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| (Leah Hogsten | The Salt Lake Tribune) La hermana Bonnie H. Cordon, Presidenta general de la Presidencia de las Mujeres Jóvenes y miembro del Comité de Seguridad de las Hermanas y el élder Brent Nielson, Autoridad General y Director del Departamento Misional. |
Desde que él comenzó a dirigir el departamento misional en agosto de 2015, se ha estado supervisando cambios significativos para apoyar mejor y preparar a los más de 67,000 jóvenes que sirven e la iglesia en todo el mundo. Las voces de las mujeres (misioneras retornadas), dice, han jugado un papel crítico. "Sé que a veces no están contentas con todo lo que hemos hecho", señalo, "pero su aporte ha sido de gran ayuda". Cualquier misionero asaltado hoy encontrará un sistema de apoyo diferente y mejor... Los presidentes de misión tienen un nuevo protocolo, adoptado en enero, para ayudar a los misioneros después de un evento traumático, dijo el élder Nielson. Incluye ofrecer atención médica y de salud mental e involucrar al misionero en las decisiones sobre si él o ella regresará a casa.
Gary Crittenden, un director financiero que se convirtió en director gerente del departamento misional el 2017, dijo que la iglesia está tratando de garantizar que los misioneros tengan acceso "inmediato" a un experto en salud mental, al menos por teléfono.
También se está actualizando otra orientación para los presidentes de misión y los misioneros... para alentar una mejor información y seguimiento de los incidentes de seguridad. Cada misionero debe tener el número de teléfono directo de su presidente de misión, y ningún misionero debe sentir que está molestando a su presidente o a su esposa al comunicarse con ellos por sus inquietudes, mencionó el élder Nielson
El manual misional actual señala que el presidente de la misión resuelve todas las quejas: los problemas planteados en la sede de la iglesia o en el departamento de la misión se remitirán al presidente de la misión. Para fin de año, los nuevos manuales incluirán recursos para contactar si "algo está sucediendo que no debería ocurrir", dijo el élder Nielson.
Sin esa opción, una mujer misionera sirviendo en Puerto Rico recientemente tomó la inusual decisión de llamar a su presidente de estaca, de los Estados Unidos para reportar la mala conducta de su presidente de misión con las misioneras proselitistas de sexo femenino bajo su cuidado.
El Élder Nielson también está instando al departamento misional hacia un nuevo nivel de transparencia sobre los peligros que pueden enfrentar los misioneros. El manual les dice a los misioneros que no escriban a casa observaciones negativas, pero la intención fue aconsejar que no se critique otra cultura, dice Nielson. "Espero que mi hijo me diga todo lo que está pasando", dice Nielson. "Si hay un problema, espero que me lo hagan saber".
Para fomentar una discusión franca, la iglesia está produciendo un conjunto de videos de seguridad que los futuros misioneros pueden ver con sus padres antes de ingresar al campo. Cada video se enfocará en un riesgo diferente que enfrentan los misioneros, incluido el asalto sexual, dice. El comité de seguridad ha estado revisando los guiones y los detalles de los videos, con el objetivo de publicarlos a principios de 2019.
La iglesia está tratando de protegerse contra la "idea juvenil" de que los misioneros tienen una protección especial, dice el Élder Nielson, y "hacerles saber que no son invencibles".
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| (Leah Hogsten | The Salt Lake Tribune) El directorio de la Iglesia de Jesucristo de los presidentes de misión de los Santos de los Últimos Días y sus esposas en el edificio de la Oficina de la Iglesia el 24 de agosto de 2018. |
Las parejas tienen 407 estilos de liderazgo y áreas de experiencia diferentes, él lo reconoce, pero les da instrucciones consistentes. Es estricto, por ejemplo, la necesidad de seis meses de capacitación en línea antes de asistir a un seminario de tres días y salir al campo misional.
No son especialistas en todo, pero la capacitación significa que los presidentes de misión y sus esposas tienen "un buen conjunto de herramientas" de habilidades, dice Bonnie Cordon, presidenta general de Mujeres Jóvenes de la iglesia y miembro del comité de seguridad misional de hermanas, formada a fines de 2016. Ella sirvió con su esposo, quien fue presidente de misión en Brasil, de 2010 a 2013.
Salud
En el departamento misional ubicado en el Edificio de la Oficinas de la Iglesia en el centro de Salt Lake City, encontramos al élder Weatherford T. Clayton, un médico retirado, supervisa a cientos de médicos voluntarios en el campo de misional y monitorea el mundo para detectar posibles riesgos para la salud. Ayudó a cambiar la política en 2016 para permitir que las misioneras en ciertas áreas usen pantalones en lugar de faldas, una protección contra el virus Zika transmitido por mosquitos. El año pasado, ordenó que se retirara a todos los misioneros de Madagascar durante un brote de la peste bubónica, que eliminó a casi una cuarta parte de la población de la Tierra hace 700 años.
Al otro lado de la sala se encuentra Dennis Perkins, quien dirige a los asesores voluntarios de salud mental en cientos de misiones. Muchas otras oficinas están ocupadas por "representantes locales": ex presidentes de misión que supervisan docenas de misiones dentro de sus áreas asignadas. Ellos pueden llamar a médicos, psicólogos, abogados y personal de seguridad de la iglesia para pedir consejo o actuar rápidamente a favor de un presidente de misión o un misionero en necesidad.
Muchos misioneros no se encontrarán con la red de 200 empleados en Salt Lake City, dice Nielson. En cambio, dice Crittenden, ellos saben "que tienen un presidente de misión y su esposa que los aman y que están allí y que son fáciles de contactar".
Como ubican a los misioneros
Los líderes de la iglesia confían en una red similar para ayudar a decidir dónde es seguro que los misioneros sirvan, dice el élder Nielson. A menudo están de acuerdo con las advertencias del Departamento de Estado de EEUU, explica, pero a veces tienen una opinión diferente, basada en las ideas de los líderes de la iglesia local y los miembros en un área.
También ha habido ocasiones en las que ha recomendado mudar a los misioneros fuera de un área, y un presidente del área ha dicho: "Oh, no creo que tengamos que hacer eso todavía". Su respuesta, él dice, es decir: "Tengo una madre en Layton que cree que necesitamos moverlos".
En mayo, por recomendación de un asesor de seguridad regional, la iglesia retiró a 169 misioneros de Nicaragua, aproximadamente la mitad de los que prestan servicio allí. Tres semanas más tarde , el asesor regresó para ver si los misioneros restantes estaban a salvo. El asesor le dijo al departamento: "Tenemos que sacarlos", dice Nielson. "En realidad estaba en el aeropuerto y los llevaba a todos en el avión".
Los misioneros continúan prestando servicios en los cinco estados de México, incluido Guerrero, donde el Departamento de Estado ha advertido a los estadounidenses que no viajen.
Respondiendo a advertencias elevadas del Departamento de Estado a principios de 2018, la seguridad de la iglesia viajó a México para asegurarse de que los misioneros solo estuvieran en áreas determinadas como seguras por la "retroalimentación local" que fue "respaldada por la seguridad de la iglesia y la persona de seguridad del área local", dice Crittenden.
"La prueba es, ¿tendríamos a nuestras nietas sirviendo allí?", Dice Crittenden. “A menos que podamos decir que estamos completamente cómodos de que este es un lugar donde tendríamos a un miembro de la familia para servir, no asignaremos misioneros allí".
Nielson dice que los presidentes de misión le han dicho que incluso en las áreas de México donde hay "problemas graves de drogas", la gente deja en paz a los jóvenes misioneros porque saben que son ministros.
'El lugar más seguro'
Estadísticamente, eso puede ser cierto , dice David Knowlton, profesor de la Universidad del Valle de Utah y antropólogo miembro de la iglesia. Los misioneros generalmente están en casa a las 9 pm, no beben ni usan drogas, no están involucrados en pandillas o las fuerzas armadas, a menudo no manejan y siempre están acompañados por un compañero. Pero si bien la iglesia puede prometer niveles de seguridad estadísticamente válidos para toda la fuerza misionera, los misioneros y sus padres están escuchando y esperando que cada misionero esté a salvo, dice Knowlton.
Él Elder Nielson dice que notó que en los resultados de la encuesta, los misioneros informaron de manera abrumadora que estaban seguros, "incluso en lugares que podríamos pensar que son peligrosos".
Pero no hay enseñanzas del departamento misional que equivalgan a: "Oye, no te preocupes por ese vecindario, Dios te protegerá", él dice. "Si eso esta en la cultura [misional], no es algo que enseñemos. Sería algo por su idea juvenil que de alguna manera son invencibles".
Es cierto que el Manual Misional dice: "Escuche y siga las indicaciones del Espíritu, que puede advertirle del peligro" pero las encuestas, los recientes cambios y mayor información para los misioneros también pueden ayudar.
Publicación adaptada del artículo titulado "The LDS Church is trying to combat the idea that missionaries have special protection — but the strength of that culture could make it a difficult task" por Rachel Piper y publicado en sltrib.com
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