¿Es verdad que muchos Santos de los Últimos Días abandonan la iglesia porque se "sienten ofendidos"?

Como muchos de ustedes saben, el 2016 me embarqué en un importante estudio de investigación de cuatro generaciones de Santos de los Últimos Días y ex Santos de los Últimos Días. Con la ayuda de una serie de científicos sociales, especialmente Benjamin Knoll, he podido recopilar datos representativos a nivel nacional que comienzan a arrojar algo de luz sobre una serie de preguntas que se relacionan con el estilo de vida actual de un Santos de los Últimos Días, incluyendo por qué aproximadamente un tercio de las personas dejan la iglesia

¿Se van estas personas principalmente porque están molestas por inconsistencias o problemas históricos, como la práctica de poligamia de José Smith o preguntas sobre las piedras videntes? He escuchado esta explicación de muchas personas, especialmente aquellos de la izquierda política que ven el enfoque fluctuante de la Iglesia sobre esos asuntos complejos como un signo de engaño.

¿O se van porque se "ofenden" por algo que alguien dijo en la iglesia? Esta es la descripción en la que el élder David A. Bednar se centró en la Conferencia General hace una década atrás, y desde entonces ha sido una característica prominente del discurso interno de los Santos de los Últimos Días. Oigo variaciones a menudo, generalmente de actuales miembros que explican por qué las personas que conocen abandonaron la Iglesia.

¿Bien adivina que? Estadísticamente, hay algo de mérito en ambas explicaciones. Pero para los jóvenes y para las mujeres Santos de los Últimos Días, sustancialmente es más acertado el enfoque del Élder Bednar.

Encuestamos a 541 ex Santos de los Últimos Días (además de más de 1100 actuales Santos de los Últimos Días que obviamente no recibieron esta pregunta). Les pedimos que nombraran sus tres principales razones para abandonar la Iglesia, eligiendo entre casi 30 opciones que se dividieron en dos categorías principales:

- Razones doctrinales / institucionales (preocupaciones sobre el Libro de Abraham, por ejemplo, o la falta de transparencia financiera sobre lo que sucede con el dinero del diezmo) y
- Razones personales / sociales (como ser excluido, no sentirse capaz de confiar en el liderazgo, o perder un testimonio de la "única iglesia verdadera")

En general, las razones personales y sociales dominaban la lista en vez de los problemas específicos doctrinales o históricos que tuviesen las personas.

En la muestra como un conjunto, la respuesta principal fue "Ya no pude reconciliar mis valores y prioridades personales con los de la Iglesia", seguido de cerca por "Dejé de creer que había una sola iglesia verdadera". Estos hallazgos son muy consistentes con una Estudio PRRI 2016 de los "Nones" (personas sin afiliación religiosa), cuya principal razón para desvincularse de su religión fue simplemente que dejaron de creer en sus enseñanzas.

Generacionalmente, hubo diferencias interesantes y significativas. Entre los millennials, las cinco respuestas principales fueron:

1.- "Me sentí juzgado o incomprendido".
2.- [Empatado con el primero] "No confiaba en que los líderes de la Iglesia dijeran la verdad en torno a cuestiones controvertidas o históricas".
3.- "Las posiciones de la Iglesia sobre cuestiones LGBT (Lesbiana, Gay, Bisexual y Transgénero)".
4.- "No pude reconciliar mis valores y prioridades personales con los de la Iglesia".
5.- "Me alejé del mormonismo".

El punto 3 es, para mí, especialmente interesante. Los asuntos LGBT ni siquiera llegaron a las diez primeras razones para los Santos de los Últimos Días mayores de 52 años. Para los Millennials fue la tercera razón más importante para irse, y entre los de la generación X fue sexta.

También hay una división de género. Las mujeres tienen casi el doble de probabilidades que los hombres de decir que dejaron la iglesia porque se sentían juzgadas o incomprendidas. En la muestra general de todas las generaciones, el 40% de las mujeres mencionó el ser juzgada como uno de sus tres factores principales, mientras que solo el 22% de los hombres lo hizo.

Así que hay algo de contrapeso en la suposición del élder Bednar de que muchas personas abandonan la iglesia porque se ofenden. Sin embargo, no estoy de acuerdo con algunos de los ejemplos triviales que ofrece la Iglesia sobre cómo podría ser esto. Aquí hay tres ejemplos que Bednar dio en su conferencia de 2006:
- “Hace varios años, un hermano dijo algo en la Escuela Dominical que me ofendió, por lo que desde entonces no he vuelto a Iglesia”.
- “Nadie de esa rama me saludó ni se acercó a mí y me sentí como un intruso. Me sentí ofendido por lo poco amistosos que son en esa rama”.
- “No me pareció bien el consejo que me dio el obispo. No volveré a poner un pie en ese edificio mientras él ocupe ese cargo”.
Compare esto con estas razones escritas que algunas mujeres encuestadas proporcionaron cuando se les dio la oportunidad de explicar más acerca de por qué dejaron la iglesia:
- "Cuando me estaba divorciando de mi esposo por abuso e infidelidad, su recomendación para el templo fue renovada, aunque yo sabía que él estaba bebiendo y durmiendo con prostitutas (y golpeándonos a mí y a mis hijos ...). No me permitieron renovar el mío, porque podría volver a caer antes de casarme ".
- "Muerte en la familia y sin empatía real".
- "Falta de asistencia para violencia doméstica y apoyo automático para el abusador masculino".
- "Como una mujer en el ejército fui tratada con frialdad y rechazada por la mayoría de mis compañeros, como si lo que estaba haciendo estuviera mal".
¿Se sintieron ofendidas? Claramente. Pero, ¿No estaban justificados en estarlo?

En la Iglesia, la acusación de "escoger sentirse ofendido" se saca a relucir para disminuir a los demás y justificar quejas legítimas. La Dra. Julie Hanks escribió un artículo muy equilibrado sobre esto en ldsmag.com; como ella lo dijo,
Parece que con demasiada frecuencia, la tarjeta "escoger sentirse ofendido" se usa para juzgar, invalidar la experiencia de otra persona, avergonzarlo o castigarlo, y quizás incluso para poner fin a la discusión de manera efectiva. También se puede usar como un escudo para evitar la autorreflexión sobre si actuamos o no ofensivamentey necesitamos reparar el daño.
A veces, ella señala, alguien que "escoge sentirse ofendido" es en realidad una respuesta saludable y emocionalmente apropiada a una situación perjudicial. Una de las muchas cosas que los Millennials dentro y fuera de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pueden enseñarnos es que hay mucha sabiduría en la advertencia de Cristo de "No juzguéis, para que no seáis juzgados".

Si no prestamos atención a esa sabiduría, la Iglesia puede perder incluso más de lo mejor y más brillante de sus miembros.

Fuente: Artículo originalmente escrito por Jana Riess y publicado en religionnews.com con el título “Do Mormons leave the Church because they ‘got offended’?”. Traducido al español por Dastin Cruz para mundosion.org

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