El élder Neil L. Andersen habló esta semana a los estudiantes de BYU sobre lo que significa ministrar.
"Como discípulos de Cristo, rechazamos firmemente la idea de que todo en nuestras vidas se trata solo de nosotros mismos", dijo el élder Andersen. "Más bien, seguimos al Salvador".
Una parte importante de ministrar es recordar los dos primeros grandes mandamiento dados por el Salvador: Primero, Amar a Dios y, Segundo, Amar a tu prójimo como a ti mismo.
"Su capacidad de adoptar un enfoque más santo para amar a su prójimo, para cuidar y ministrar a los demás dependerá de cuán fuertemente guarden el primer mandamiento", él dijo. "Hay un don único y supremo de ministrar que puede provenir de alguien que ama a Dios con todo su corazón, y que es... firme e inmutable en su fe en Jesucristo y en el Evangelio restaurado, y guarda los mandamientos con exactitud ".
Los jóvenes de todo el mundo actualmente están cada vez más "resbalándose" en su fe, especialmente en su creencia en una religión específica. Mientras que muchos en el mundo quieren ser "espirituales, pero no religiosos", el élder Andersen enfatizó que la restauración del Evangelio trajo las ordenanzas, los convenios y la guía del Padre Celestial y del Salvador.
"La fe florece, y nosotros, aquí esta mañana, somos creyentes", dijo. "Pero es ingenuo, sin embargo, creer que las tendencias del mundo no pueden influir, aun a los escogidos". Incluso en la BYU, donde la mayoría son miembros de la fe SUD, los estudiantes están rodeados por otros que se encuentran en varias etapas de su testimonio. "Los desafío para fortalecer sus esfuerzos por ministrarse espiritualmente el uno al otro", dijo.
El élder Andersen animó a los oyentes a ser "espiritualmente valientes" al ministrar de una manera más santa y les advirtió que se convirtieran en fariseos. "La mayor necesidad aquí en la Universidad Brigham Young, como en cualquier otro lugar del mundo, es más fe en nuestro Padre Celestial y en Su Hijo, Jesucristo, y una mayor disposición para seguir Sus mandamientos", él dijo.
Seguir el modelo del Salvador al ministrar sera diferente de una persona a otra, dijo. Al compartir el ejemplo de un amigo que ayudo a otro amigo que estaba teniendo dudas, el élder Andersen dijo que ministrar es más que un solo evento.
"A diferencia de cambiar una llanta desinflada, una experiencia rara vez soluciona un problema espiritual", dijo el élder Andersen. "Toma tiempo, conversaciones y experiencias alentadoras que ayudarán a reconstruir la fe. Se parece más al rocío del cielo que a un solo chorro de una manguera de incendios. Tienes que ministrar una y otra vez, mientras ayudas a alguien a volverse a Dios, y a confiar nuevamente en el Salvador y en Su expiación ".
Para ministrar a la manera del Señor, las personas necesitan la ayuda del Espíritu Santo. "Oremos, escuchemos, registremos nuestros pensamientos y actuemos sobre aquellos a quienes podemos ministrar", él dijo. "Oren por oportunidades para construir la fe en los demás".
Para tener ayuda del Espíritu Santo, el apóstol dijo que una persona debe preparar su mente y corazón. "En su generación, necesitan disciplina y moderación en la forma en que usan sus dispositivos tecnológicos. ... Para que el Espíritu more en nosotros, debemos tener tiempo y espacio. Aprenda a dejar sus smartphones".
Este artículo fue escrito por Deseret News y publicado en ldsliving.com con el título “Elder Andersen Shares More Insights on the Church's New "Ministering in a Holier Way" at Devotional”. Traducido y publicado al español por Dastin Cruz
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