Enciclopedia del Mormonismo: Pruebas

Traducido por Dastin Cruz

Experimentar dificultades o pruebas es uno de los propósitos de la mortalidad. Un versículo clave del entendimiento de los Santos de los Últimos Días es del Libro de Abraham: “Y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare” (Abr. 3:25). Aunque a menudo son dolorosas y difíciles, las pruebas son una parte esencial y prevista de la vida y brindan las experiencias necesarias para desarrollar atributos cristianos y fortaleza espiritual (Abraham 3:25, D. y C. 98: 12-14, Mosíah 23: 21-22).

Las pruebas de Abraham proporcionan un prototipo para el dilema del hombre en el mundo. En una etapa temprana en la vida fue colocado en un altar en medio de adoradores de ídolos y liberado por intervención divina (Abr. 1). Más tarde, Dios le mandó ofrecer a su hijo Isaac en holocausto. Los profetas han dicho que si los sentimientos de Abraham le hubieran conmovido más profundamente en cualquier forma que la instrucción de ofrecer a su propio hijo (Génesis 22: 1-19), debería de haber continuado. Las escrituras modernas dicen que todo debe ser eventualmente “disciplinados y probados, así como Abraham” (D. y C. 101: 4; 132: 37, 51). Para los Santos de los Últimos Días, las pruebas no son evidencia de un Dios indiferente que permite que sus hijos sufran, sino más bien evidencia de un Padre amoroso que honra el deseo de sus hijos de crecer (Zacarías 13: 9; Hebreos 12: 6; Prov. 3: 11-12).

La adversidad puede ser una prueba de fidelidad y perseverancia. Estas pruebas permiten a las personas demostrarle a Dios y a si mismos que lo amarán y confiarán en Él “en todos los peligros” (EPJS, p.150).Irónicamente, el amor de Dios a menudo se siente más de cerca y en abundancia en tiempos de adversidad, cuando las oraciones se intensifican y los pensamientos se vuelven hacia Dios, que durante los tiempos de prosperidad, cuando parece fácil olvidar la necesidad de ayuda divina. Por lo tanto, el Señor ha dicho: “En los días de paz estimaron ligeramente mi consejo” (D. y C. 101: 8). Por lo tanto, la prosperidad misma puede verse como un tipo de prueba. La fe crece a medida que uno reconoce que ya sea o no que la intervención divina modifique las circunstancias, el poder de Dios puede cambiar a las personas, permitiéndoles perseverar más halla de su capacidad (Mosíah 24: 13-15; Juan 9: 1-3).En un sentido muy real, independientemente de las circunstancias, la vida es una prueba, una prueba de fidelidad (Hel., 12: 1-3, D. y C. 101: 4; Rom.5: 3-5). La adversidad también puede generar y perfeccionar los atributos de la divinidad, como la paciencia, la empatía, el sacrificio y la compasión.

Como todas las personas de fe, los Santos de los Últimos Días a veces luchan por reconciliar su aceptación de la adversidad con otro concepto importante: que Dios ha prometido bendecir y hacer prosperar a los justos. Los Santos de los Últimos Días aún creen en este antiguo convenio deuteronómico, renovado en los tiempos modernos. En tiempos de adversidad, a menudo la angustia más grande no proviene de lidiar con las circunstancias difíciles, sino de determinar introspectivamente si vinieron como resultado de la indignidad personal. En estas situaciones, la adversidad puede proporcionar la motivación necesaria para arrepentirse (Deuteronomio 11: 26-28; 2 Nefi 1:20).

Incluso con esta comprensión, los fieles Santos de los Últimos Días a menudo encuentran difíciles las vicisitudes de la vida. Sin embargo, obtienen gran fortaleza y consuelo de las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo, y la promesa de que Dios nunca los pondrá a prueba más allá de su capacidad para resistir (1 Co. 10:13). La vida mortal de Jesús fue un ejemplo perfecto de perseverar hasta el fin en medio de las pruebas. Los Santos de los Últimos Días creen que Cristo experimento toda tentación, dolor, tristeza y desesperación que cualquiera jamás haya experimentado en las horas más oscuras de adversidad a fin de que pueda consolarnos (D. y C. 122: 5-8). Además, encuentran esperanza en su promesa, de que estos tiempos difíciles son un pequeño instante en el lapso de la eternidad seguidas con grandes bendiciones para aquellos quienes sin resentimiento ni desesperación, demuestran ser dignos y perseveran hasta el fin (D. y C. 98: 3; 121 : 7-8; 122: 5-9; Alma 7: 11-13).

Bibliografía

Holland, Jeffrey R. However Long and Hard the Road. Salt Lake City, 1985.
Kimball, Spencer W. Faith Precedes the Miracle, pp. 95-110. Salt Lake City, 1972.
Madsen, Truman G. “Power from Abrahamic Tests.” In The Highest In Us, pp. 49-57. Salt Lake City, 1978.
Maxwell, Neal A. All These Things Shall Give Thee Experience. Salt Lake City, 1980.
Maxwell, Neal A. We Will Prove Them Herewith. Salt Lake City, 1982.
CHRISTIE H. FRANDSEN


Este artículo fue escrito originalmente por Frandsen, Christie H para la Enciclopedia del Mormonismo y publicado en eom.byu.edu, con el título “Trials“.

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