3 Formas en que las Mujeres tienen la Autoridad del Sacerdocio en La Iglesia


Traducido por Dastin Cruz

Algunos pueden preguntarse qué autoridad del Sacerdocio, si es que la tuvieran, tienen las mujeres en una iglesia donde solo los hombres son ordenados al sacerdocio y presiden como líderes del sacerdocio, pero las mujeres en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días siempre han tenido la autoridad del sacerdocio.

Aunque esta autoridad ha sido una parte revelada de la Iglesia desde el principio, muchos miembros de la Iglesia no siempre lo han entendido bien. Este artículo busca esclarecer esta importante doctrina al explicar tres maneras en que las mujeres tienen la autoridad del sacerdocio en la Iglesia.

1. Las mujeres tienen autoridad del sacerdocio en sus llamamientos de la Iglesia

En una charla histórica sobre las mujeres y el sacerdocio, el élder Dallin H. Oaks enseñó: "No estamos acostumbrados a hablar de que las mujeres tengan la autoridad del sacerdocio en sus llamamientos de la Iglesia, pero, ¿qué otra autoridad puede ser? Cuando a una mujer, joven o mayor, se la aparta... se le da la autoridad del sacerdocio para efectuar una función del sacerdocio... Quienquiera que funcione en un oficio o llamamiento recibido de alguien que posea llaves del sacerdocio, ejerce autoridad del sacerdocio al desempeñar los deberes que se le hayan asignado."(Dallin H. Oaks, Liahona, Mayo 2014). Como declara esta poderosa declaración, a las mujeres se les concede la autoridad del sacerdocio mediante el apartamiento de sus llamamientos en la Iglesia.

Aunque esta idea fue novedosa para muchos miembros de la Iglesia, se basa en las primeras revelaciones de Doctrina y Convenios. Por ejemplo, solo tres meses después de la organización de la Iglesia, el Señor le dijo a Emma Smith que "serás ordenada por su mano [José Smith] para explicar las Escrituras y para exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que te indique mi Espíritu." (D. y C. 25:7).

En nuestros días usamos el término "ordenar" exclusivamente para las ordenaciones de hombres al sacerdocio y usamos el término "apartar" para describir la autoridad que se le prometió aquí a Emma  (ver nota 7a). Sin embargo, debemos reconocer la importancia de esta revelación para establecer la función y la autoridad de las mujeres en la Iglesia. A pesar de las declaraciones en la Biblia que "mujeres callen en las congregaciones" (1 Corintios 14:34), esta revelación temprana restaura el lugar legítimo y autorizado a las mujeres en la Iglesia para enseñar y predicar las Escrituras al igual que los élderes ordenados (véase D. y C. 20:42 se usa el mismo lenguaje para describir los deberes de los élderes).

Además, el Señor ha revelado que "todas las otras autoridades u oficios de la iglesia son dependencias de este sacerdocio. [Melquisedec]" (D. y C. 107: 5). Esto significa que las organizaciones auxiliares de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes, los Hombres Jóvenes, la Primaria y la Escuela Dominical son todos dependencias que están vinculados al sacerdocio. Esto significa que derivan su autoridad del sacerdocio para ayudar en la obra de salvación.

De hecho, como explicó el élder Dallin H. Oaks, "ciertamente se dice que para las mujeres, la Sociedad de Socorro no es sólo una clase, sino algo a lo que pertenecen: una dependencia divinamente establecida del sacerdocio" (Dallin H. Oaks, Liahona, Mayo 2014). Esto está en armonía con lo que enseñó el profeta José Smith cuando organizó por primera vez la Sociedad de Socorro "en el orden del sacerdocio según el modelo de la Iglesia" y les encargó no solo "socorrer al pobre" sino también "salvar almas". (Vease Ensayos sobre Tema del Evangelio: Enseñanzas de José Smith sobre el sacerdocio, el templo y las mujeres).

2. Las mujeres tienen autoridad y poder del sacerdocio a través de la Investidura del Templo

En otra conversación clave sobre las mujeres y el sacerdocio, el élder M. Russell Ballard explicó que "Cuando el hombre y la mujer van al templo, ambos son investidos con el mismo poder, a saber, el poder del sacerdocio...el acceso al poder y a las bendiciones del sacerdocio está al alcance de todos los hijos de Dios." (Élder M. Russell Ballard, Liahona, septiembre de 2014). Aunque las mujeres no son ordenadas al oficio del sacerdocio, son investidas del poder y la autoridad del sacerdocio en el templo.

Este concepto es consistente con la oración dedicatoria del Templo de Kirtland donde el profeta José Smith oró: "Te rogamos, Padre Santo, que tus siervos salgan de esta casa armados con tu poder, y que tu nombre esté sobre ellos, y los rodee tu gloria, y tus ángeles los guarden"(D. y C. 109: 22, énfasis agregado). El término "siervos" es neutral en cuanto género y se aplica tanto a hombres como a mujeres.

En el templo, las mujeres y los hombres son investidos con poder y autoridad espiritual, ya que "tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo de una forma más completa y plena." (Élder David A. Bednar, Liahona, Mayo 2009). Las bendiciones completas de la investidura del templo se revelaron por primera vez en Nauvoo y se administraron tanto a hombres como a mujeres.

Es a través de esta investidura con poder y autoridad del sacerdocio que las mujeres son autorizadas a "lleva[r] a cabo y oficia[r] ceremonias sagradas en los templos de la Iglesia" (Ensayos sobre Tema del Evangelio: Enseñanzas de José Smith sobre el sacerdocio, el templo y las mujeres). Como explicó el élder Ballard: "Todas las personas que entran a la casa del Señor ofician en las ordenanzas del sacerdocio." (élder M. Russell Ballard, Liahona de septiembre de 2014, énfasis agregado). Aunque hubo un tiempo a inicios de la historia de la iglesia cuando algunas mujeres ejercieron esta autoridad del sacerdocio fuera del templo para sanar a los enfermos, más tarde se aclaró que la autoridad de las mujeres para realizar ordenanzas pertenecía más exclusivamente al templo (Ensayos sobre Tema del Evangelio: Enseñanzas de José Smith sobre el sacerdocio, el templo y las mujeres). Desde ese momento, los miembros de la Iglesia han sido animados a seguir el precedente del Nuevo Testamento para "llamar a los élderes" cuando están enfermos (Santiago 5:14).

3. Las mujeres tienen la autoridad del sacerdocio a través del matrimonio en el templo para presidir con sus maridos sobre su posteridad por el tiempo y por la eternidad.

La Familia: Una Proclamación para el Mundo, declara que "por designio divino, el padre debe presidir la familia con amor y rectitud" y "... la madre es principalmente responsable del cuidado de sus hijos", y en estas responsabilidades complementarios "el padre y la madre, como compañeros iguales, están obligados a ayudarse el uno al otro" ("La Familia: Una proclamación para el Mundo ", Liahona, Noviembre 1995). Aunque los padres son llamados a presidir, sus esposas son llamadas a ser sus parejas coiguales. Inherente a esta asociación divina está la idea de que las madres presiden con sus maridos sobre sus hijos.

El élder Dallin H. Oaks explicó: "Una diferencia muy importante en el ejercicio de la autoridad del sacerdocio en la familia y en la Iglesia radica en el hecho de que el gobierno de la familia es patriarcal, mientras que el gobierno de la Iglesia es jerárquico" (Liahona, Octubre 2005). Para ilustrar este punto, el élder Oaks compartió de su propia experiencia de vida: "Al morir mi padre, mi madre presidió nuestra familia. Claro que no tenía el sacerdocio, pero al ser el progenitor que quedaba vivo en su matrimonio [del templo], pasó a ser el oficial gobernante de la familia. Al mismo tiempo, siempre respetaba por completo la autoridad del sacerdocio de nuestro obispo y de los demás líderes de la Iglesia. Ella presidía su familia, pero ellos presidían la Iglesia."(Élder Dallin H. Oaks, Liahona Octubre de 2005).

Esta orden de Gobierno Familiar, donde los padres y las madres presiden sobre sus hijos, es llamado el orden patriarcal y entra en ella mediante el matrimonio eterno. El presidente Ezra Taft Benson explicó que, "el orden del sacerdocio de que se habla en las Escrituras se menciona a veces como el orden patriarcal debido a que se transmitía de padres a hijos. Pero este orden se describe en la revelación moderna como un orden de gobierno de familias donde un hombre y una mujer hacen convenio con Dios, tal y como hicieron Adán y Eva, para ser sellados por la eternidad, tener posteridad y hacer la voluntad y la obra de Dios durante su vida terrenal. Si los cónyuges son fieles a sus convenios, tienen derecho a recibir la bendición del más elevado grado de gloria del reino celestial" (Presidente Ezra Taft Benson, Liahona, Abril de 1986).

Como explicó el presidente Benson, este orden patriarcal de gobierno familiar a través del matrimonio eterno es lo que nos permite alcanzar el nivel más alto del Reino Celestial. El Señor le reveló al profeta José Smith que "En la gloria celestial hay tres cielos o grados; y para alcanzar el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden [patriarcal] del sacerdocio [es decir, el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio]" (D. y C. 131: 1-2). Este orden es lo que asimismo nos permite presidir a nuestras familias por el tiempo y por toda la eternidad. Como el Señor le explicó a Adán [e implícitamente a Eva] "Te he puesto para estar a la cabeza; multitud de naciones saldrán de ti, y tú les serás por príncipe para siempre." (D. y C. 107: 55).

Estas bendiciones de presidir sobre nuestras familias por toda la eternidad en el grado más alto del Reino Celestial son las bendiciones de llegar a ser como nuestro Padre y Madre Celestiales. Como explicó el élder Bruce R. McConkie:

Si los hombres justos tienen el poder a través del evangelio y de su ordenanza cumbre del matrimonio celestial para llegar a ser reyes y sacerdotes y gobernar en exaltación para siempre, se entiende que la mujer a su lado (sin la cual no podría obtener la exaltación) será reina y sacerdotisa. (Apocalipsis 1:6; 5,10.)
La exaltación surge de la unión eterna de un hombre y su esposa. El Reverendo Señor dice de aquellos cuyomatrimonio continúa en la eternidad, 'Entonces serán dioses' (D. y C. 132:20) ; eso significa cada uno deellos, el hombre y la mujer, serán un dios. Y como tales gobernarán sobre sus dominios para siempre (Doctrina Mormona, pág. 613; Nota: el término" dios "puede aplicarse tanto a hombres como a mujeres exaltados en las Escrituras. El término "diosa" no se usa en la doctrina de la Iglesia).

Solo a los hombres se les concede el sacerdocio y se los ordena al sacerdocio

Aunque las mujeres tienen la autoridad del sacerdocio a través de sus llamamientos y en virtud de las ordenanzas del templo, normalmente no diríamos que las mujeres "poseen el sacerdocio" porque no se les concede el sacerdocio ni se las ordena al sacerdocio. Como dice el Ensayo de Temas del Evangelio, "ni José Smith ni ningún otro actuando en su nombre, ni ninguno de sus sucesores confirieron el sacerdocio de Aarón ni el de Melquisedec a las mujeres ni ordenaron a las mujeres a oficio alguno del sacerdocio."(Ensayos sobre Tema del Evangelio: Enseñanzas de José Smith sobre el sacerdocio, el templo y las mujeres)...

Sin embargo, es importante recordar que "los hombres no son 'el sacerdocio'. Los hombres poseen el sacerdocio, con el sagrado deber de utilizarlo para bendición de todos los hijos de Dios."(Elder Dallin H. Oaks, Liahona, Mayo del 2014). Por lo tanto, independientemente de quién posea el sacerdocio, "el acceso al poder y a las bendiciones del sacerdocio está al alcance de todos los hijos de Dios." (Élder M. Russell Ballard, Liahona, Septiembre del 2014)...

Aunque no se ha revelado la razón por la cual a los hombres se les ha otorgado la autoridad del sacerdocio, el Señor ha revelado lo que se supone deben hacer los hombres con este sacerdocio. Como se mencionó anteriormente, los poseedores del sacerdocio deben usar su autoridad del sacerdocio para administrar las bendiciones y ordenanzas del Evangelio a todos los hijos de Dios (D. y C. 107: 18-20). Sin embargo, los hombres tienen la responsabilidad particular de administrar estas bendiciones a sus familias como padres del sacerdocio...

Conclusión 

Aunque no conocemos todas las razones por las cuales los hombres y las mujeres tienen los diferentes funciones que desempeñar en el plan de nuestros Padres Celestiales, sí sabemos que estos roles no son los mismos intencionalmente. Muchos en nuestra cultura moderna asumen que los roles de género deben ser los mismos para que sean iguales, pero los profetas vivientes siempre han enseñado un mensaje diferente. Por ejemplo, el élder Dallin H. Oaks ha enseñado que "Ante los ojos de Dios... las mujeres y los hombres son iguales, con responsabilidades diferentes "(Oaks, Liahona, Mayo del 2014).

Esto se hizo eco con las palabras del élder M. Russell Ballard, quien ha enseñado que "Los hombres y las mujeres son iguales a los ojos de Dios y a los ojos de la Iglesia, pero igual no significa que sean lo mismo. Las responsabilidades y los dones divinos de los hombres y las mujeres difieren en su naturaleza, pero no en su importancia ni influencia. Dios no considera a un sexo mejor o más importante que el otro"(Ballard, Liahona, Septiembre de 2014).

Los diferentes dones y roles de hombres y mujeres están destinados a complementarse. "La naturaleza masculina y femenina se completan y se perfeccionan el uno al otro , y por lo tanto, se busca que hombres y mujeres progresen juntos hacia la exaltación" (Elder David A. Bednar, Liahona, Febrero de 2006)



Este artículo fue escrito originalmente por Mark A. Mathews y fue publicado por ldsmag.com, con el título "3 Ways Women Have Priesthood Authority in the Church". Publicado y Traducido al español por www.4mormon.ml

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