¿Debemos abandonar la fe solo por dudar?

Por Tad Walch

El Élder C. Hafen conoció a su esposa, en 1960 en BYU (Universidad de Brigham Young) en una clase llamada tus “problemas religiosos,” donde los estudiantes confrontaban críticas sobre la historia y sobre la doctrina de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y sobre su fundador José Smith.

Décadas después el Elder Hafen – Hoy un Setenta autoridad general emérito de la Iglesia – no podía entender como uno de sus amigos europeos, un presidente de estaca responsable de varias congregaciones SUD, podía decir que esas mismas viejas cuestiones eran una sorpresa para él y que se sentía traicionado porque no sabía de ellas.

La cultura SUD debe dar la bienvenida a preguntas y quienes hacen preguntas, pero los mormones que tienen dudas deben luchar por su fe en lugar de rendirse a la ligera o vagamente. El Elder Hafen y otros oradores dijeron el miércoles en una conferencia en BYU sobre la conexión entre la fe y el intelecto.

“Sería inusual en nuestros días, una época de información y explosión informativa, no tener preguntas sobre una serie de cosas,” dijo Robert Millet profesor de religión de BYU. “Las preguntas son un subproducto natural del ser humano, no son, en una palabra, extrañas, inapropiadas o un signo de debilidad.”

Sin embargo, “las preguntas y la duda no son la misma cosa,” dijo, citando a un líder de la iglesia. Cada persona de fe toma una decisión de buscar respuestas a las preguntas, con dudas o con fe.

Burbujas de caricaturas

El amigo del Elder Hafen le contó a un periódico que había vivido en una feliz burbuja de fe antes de que confrontara la historia de la iglesia, que no conocía. Culpando a la iglesia, otro orador [de la conferencia en BYU], Richard Williams, dijo que la gente que hace tales afirmaciones a menudo tienen una imagen incompleta o simplificada de la iglesia.

“La mayoría de las personas que deciden dejar la iglesia realmente terminan dejando una caricatura de la iglesia,” dijo Williams, psicólogo y director del Instituto  Wheatley de BYU que presento "Reason for Hope: Responding to a Secular World"en el Gordon B. Hinckley Alumni and Visitors Center

Elder Hafen describió el fenómeno de una forma diferente.

“La mayoría de nosotros nos encontramos con cierta incertidumbre y ambigüedad,” dijo. La mayoría de los niños se hacen mayores y reconocen que existe una brecha entre la idea que percibieron cuando eran jóvenes y lo que en realidad era real. Por ejemplo aprendieron que sus padres o ellos mismos, no eran perfectos.

¡Cuidado con la brecha!

Cada persona debe aprender a manejar esa brecha, y el Elder Hafen describió tres niveles. En el primer nivel, algunos no ven nunca esa brecha y nunca dejan ese pensamiento en blanco y negro, como su amigo. En el segundo nivel, las personas ven las cosas como son realmente, pero a menudo borran el ideal y por tanto la brecha entre los dos, y sufren de “un escepticismo terminal,” dijo el Elder Hafen. “Nuestro paradigma cultural puede parecer permanentemente atascado en el realismo de nivel dos.”

El nivel tres es la meta, dijo, un espacio donde la gente vive no solo con los ojos completamente abiertos sino también con los corazones abiertos.

“En el nivel tres ni somos optimistas, ni pesimistas, somos creyentes con una mente abierta que saben que la historia y la vida no son siempre claras y ordenadas, sino que nuestro deseo es seguir aprendiendo y creciendo. Queremos mejorar el statu quo, no solo criticarlo.”

La burbuja feliz de su amigo no se materializó “porque la iglesia conscientemente impuso alguna forma de pensar para dejarlo a oscuras. Su burbuja no era nada más complicada que la inocente perspectiva y hábitos de deslizarse por el nivel uno, sin darse cuenta de que podemos crecer fuera de de ese mundo simplista.”

El Elder Hafen había alentado la publicación de la Enciclopedia del Mormonismo a principios de los años 90. Los cuatro volúmenes incluían artículos sobre cada uno de los temas que su amigo había experimentado como sorpresas 15 años después. Con la enciclopedia disponible de forma gratuita en internet y los recientes ensayos sobre Temas del Evangelio de la Iglesia, las sorpresas deberían ser menos frecuentes.

Aun, dijo el Elder Hafen, “En esta época de internet y de la Iglesia Internacional, necesitamos hacer un mejor trabajo al presentar a nuestros hijos, a los jóvenes, a los  nuevos conversos y a otros el proceso de aprendizaje y aplicación de los niveles de lidiar con la incertidumbre.”

Él propuso cuatro sugerencias. Uno, tenga palabras de amabilidad con los que tienen preguntas sinceras. Dos, sean cautos con las debilidades del internet. Tres, “Enfóquense en el contenido doctrinal enormemente positivo de la restauración.” Cuatro, cultiven una actitud de mansedumbre.

Pateando y gritando

..."Para mí", dijo Millet "dudar de nuestras dudas es ser valiente, en lugar de arrogante cuando se trata de las cosas eternas. No podemos ser poco serios al dudar de nuestras dudas y sucumbir así a la pereza espiritual e intelectual. Ninguno de nosotros debe permitir que una duda reine, cuando de hecho no ha ganado esa posición elevada probándose ella misma más allá de toda duda.

"...No debemos ser tan amables, tan confiados, que permitan que nuestro sistema de fe pase por el camino sin patadas y gritos intelectuales y espirituales de nuestra parte".

Desarrollo del carácter

Ese esfuerzo debe incluir un desarrollo del carácter personal, dijo Barbara Morgan Gardner, Profesora de Religión de la BYU, quien anteriormente sirvió como directora del instituto de la Iglesia en Harvard y MIT y ha entrevistado a decenas de jóvenes adultos mormones que han experimentado pruebas y se han quedado o se han marchado de la Iglesia.

“Hay un duro precio que se debe pagar por cada persona que quiera permanecer activa en la Iglesia,” dijo ella.

“En Boston aconsejó a numerosos estudiantes de posgrado en algunas de los mejores facultades y universidades de Estados Unidos. En muchos casos, los estudiantes con circunstancias similares tomaron alternativas opuestas. Ella repasó las entrevistas grabadas con estudiantes y detalló lo que aprendió en una hoja de cálculo.

"Lo que he podido entender es por qué la gente se queda", dijo ella. Ella lo atribuyó al carácter. Los que se mantuvieron activos en la iglesia mostraban paciencia, fe, y confianza en Jesucristo, esperanza, conocimiento, sabiduría, obediencia, diligencia y persistencia, humildad, arrepentimiento y perdón, caridad y virtud.

La Institución Wheatley publicará el video de la conferencia en su sitio web, wheatley.byu.edu

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