¿La Expiación de Jesucristo se aplica para las personas en todos los mundos o solamente para la nuestra?

Por Dastin Cruz

En Doctrina y Convenios 88 leemos: "[Jesucristo] ascendió a lo alto, como también descendió debajo de todo, por lo que comprendió todas las cosas, a fin de que estuviese en todas las cosas y a través de todas las cosas, la luz de la verdad... la luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas, que es la ley por la cual se gobiernan todas las cosas... Él comprende todas las cosas, y todas las cosas están delante de él, y todas las cosas están alrededor de él; y él está sobre todas las cosas, y en todas las cosas, y por en medio de todas las cosas, y circunda todas las cosas; y todas las cosas son por él, y de él, sí, Dios, para siempre jamás." (D. y C. 88: 6,13,41) Es claro dentro de su contexto que el Señor al hablar de su expiación y la Luz de Cristo, la palabra "todas las cosas" se refiere a todas las creaciones existentes.

Notemos además que la frase "descendió debajo de todo" se refiere a su expiación. El élder Neal A. Maxwell dijo: “Habiendo ‘descendido debajo de todo’, Él ‘comprende’, perfecta y personalmente, la gama completa de los sufrimientos humanos” [Neal A. Maxwell, “Aplica la sangre expiatoria de Cristo”, Liahona, enero de 1998, pág. 26.] o como dijo el profeta Alma "a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos." (Alma 7:11)

Puesto que Dios es Creador de "incontables mundos" (Moisés 1:33) y que Su "obra y gloria" es redimir a todas sus creaciones (Moisés 1:39), su Expiación debía ser infinita y eterna (Alma 34:10); una realizada sobre esta tierra y que se extendería a todas las creaciones hechas por medio de Cristo.

El Elder Bruce R McConkie declaró: "Somos bendecidos con el conocimiento de que la [tierra] nuestra, no es la única tierra habitada. Cristo, actuando bajo la dirección del Padre es el Creador de mundos sin número. Se le permitió a Moisés ver muchas de estas tierras, saber que estaban habitadas por los hijos espirituales del Padre y recibió la revelación de que la obra del Señor, es lograr la inmortalidad y la vida eterna de los habitantes de estas tierras. (Moisés 1:27:41; D. Y C. 76:22-24; Juan 1:1-5; Heb. 1:1-4; Doctrina de Salvación, vol. 1, Pág. 6871.) Nuestra tierra en particular, a la que fue enviado Cristo para cumplir la expiación infinita y eterna, ha visto mayor iniquidad entre sus habitantes de lo que se ha visto en ninguna de las otras. (Moisés 7:29-36.) " [Bruce R. McConkie, Doctrina Mormona, p. 748]

"Además, el Evangelio está en operando en todos los mundos creados por el Padre y el Hijo. Su obra y su gloria, en todas las infinitas creaciones que sus manos han hecho, es llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna para los hijos del Padre. A través de la expiación de Cristo, los habitantes de todos estos mundos tienen el poder para llegar a ser sus hijos e hijas, para convertirse en coherederos con Él de toda la gloria del reino de su padre, para ser adoptados en la familia del Padre." [Bruce R. McConkie, The Promised Messiah, p. 286]

El Presidente Marion G. Romney dijo una vez: "A excepción de su ministerio mortal realizado en esta tierra, su servicio y su relación con otros mundos y sus habitantes son iguales a su servicio y su relación con esta tierra y sus habitantes. [Marion G. Romney, Jesus Christ: Lord of the Universe, IE1968 Nov. :46]

Cuando los profetas hablan de una expiación infinita se refieren a que sus efectos cubren a todos los hombres, a todos los mundos, y a todas las formas de vida sobre estas. Así, la expiación de Cristo es infinita en tiempo, espacio, y cantidad. "Por tanto, no hay nada, a no ser una expiación infinita, que responda por los pecados del mundo." (Alma 34:10)

Este aspecto amplio, de la infinita expiación, fue revelado al Profeta José Smith y se registro en Doctrina y Convenios 76. En esta revelación el Profeta y Sidney Rigdon comparten el último e irrefutable testimonio de la realidad del Salvador así como su creativo poder expansivo. Ellos dijeron: "Y ahora, después de los muchos testimonios que se han dado de él, este es el testimonio, el último de todos, que nosotros damos de él: ¡Que vive! Porque lo vimos, sí, a la diestra de Dios; y oímos la voz testificar que él es el Unigénito del Padre; que por él, por medio de él y de él los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios." (D. y C. 76: 22-24).

Por ultimo se recomienda leer D. y C. 88: 51-61, donde por medio de una parábola se describe al Salvador visitando mundos. La palabra "éstos" en todos estos son reinos, se refiere a la palabra "planetas" del verso 43.

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