Un Acercamiento a la Doctrina Mormona

SALT LAKE CITY 4 de Mayo de 2007.

Muchos malos entendidos acerca de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días giran en torno a su doctrina. Los medios de comunicación están preguntando con más énfasis que es lo que distingue a la Iglesia de otras denominaciones, y a los periodistas les gusta comparar un grupo de creencias con otros.

La Iglesia da la bienvenida a la actitud inquisitiva,  pero el desafío de comprender la doctrina mormona no es meramente una cuestión de acceso a la abundante información disponible. Mas bien, es un asunto de cómo se obtiene y se analiza dicha información.

Los principios doctrinales de cualquier religión se comprenden mejor dentro de un amplio contexto  y se requiere de un análisis profundo para entenderlos. Los reporteros de noticias presionados por fechas límite a menudo encuentran esto problemático. Por lo tanto, a medida que la Iglesia continúa creciendo en todo el mundo y recibe cada vez mayor atención de los medios de comunicación, algunos principios sencillos pueden ser útiles para facilitarles una mayor comprensión:
  • No toda declaración hecha por un líder de la Iglesia, pasada o presente, constituye necesariamente doctrina. Una sola declaración de un solo líder en una sola ocasión a menudo representa una opinión personal, aunque bien considerado, pero no pretende ser vinculante oficialmente para toda la Iglesia. Con la inspiración divina, la Primera Presidencia (el profeta y sus dos consejeros) y el Quórum de los Doce Apóstoles (el segundo más alto órgano de gobierno de la Iglesia) consultarán juntos para establecer la doctrina que se proclama consistentemente en las publicaciones oficiales de la Iglesia. Esta doctrina reside en los cuatro "libros canónicos" de las Escrituras (la Santa Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio), declaraciones oficiales y proclamaciones, y los artículos de fe. Declaraciones aisladas a menudo son tomadas fuera de contexto dejando su significado original distorsionado. 
  • Algunas doctrinas son más importantes que otras y podrían ser consideradas como doctrinas fundamentales. Por ejemplo, la ubicación exacta del Jardín del Edén es mucho menos importante que la doctrina sobre Jesucristo y Su sacrificio expiatorio. El error que a menudo cometen los comentaristas públicos es que toman alguna enseñanza poco clara que es periférica al propósito de la Iglesia y la colocan en el mismo centro. Esto es común especialmente entre periodistas o investigadores que se basan en la forma en que otros cristianos interpretan la doctrina de los Santos de los Últimos Días.
Basado en las escrituras, José Smith declaró: “Los principios fundamentales de nuestra religión son el testimonio de los Apóstoles y Profetas concerniente a Jesucristo: que murió, fue sepultado, y se levantó de nuevo al tercer día, y ascendió a los cielos. Y todas las otras cosas que pertenecen a nuestra religión son sólo apéndices de ello”.
  • Puesto que diversas épocas presentan diferentes desafíos, los profetas modernos reciben revelación relevante a las circunstancias de sus días. Esto sigue el modelo bíblico (Amós 3:7), en el que Dios comunica mensajes y manda alertas a Su pueblo mediante Sus profetas para poder asegurar su bienestar. En nuestro día, el presidente Gordon B. Hinckley ha hecho énfasis repetidamente en la importancia de la familiar en medio de nuestra creciente fraccionada sociedad. Además, la Iglesia no excluye futuras adiciones o cambios en sus enseñanzas o prácticas. Este aspecto dinámico y viviente de la Iglesia proporciona flexibilidad al enfrentar los desafíos. Según los Artículos de Fe: “Creemos en lo que Dios ha revelado, en lo que actualmente revela, y creemos que revelará muchas grandes e importantes cosas pertenecientes al Reino de Dios”.
  • Los Santos de los Últimos Días ponen mucho énfasis en la aplicación de su fe en su vida diaria. Por ejemplo, la participación activa de los Santos de los Últimos Días en su comunidad y en el mundo mediante programas humanitarios reflejan su preocupación por otras personas. Como Jesucristo declaró: “Por sus frutos los conoceréis”.
  • Se insta a los miembros de manera individual a que se esfuercen por recibir su propia confirmación espiritual en cuanto a la veracidad de la doctrina de la Iglesia. Adicionalmente, la Iglesia exhorta a toda persona a que se allegue al evangelio no solo de forma intelectual, sino con el intelecto y con el espíritu, un proceso en el que la razón y la fe obran juntas..
  • Aquellos que escriban o comenten en cuanto a la doctrina de los Santos de los Últimos Días también necesitan comprender que ciertas palabras en el vocabulario mormón tienen un significado u una connotación ligeramente diferentes que estas mismas palabras tienen en otras religiones. Por ejemplo, los Santos de lo Últimos Días generalmente entienden el nacer de nuevo como un proceso de conversión, en tanto que para otras denominaciones cristianas a menudo se entiende como una conversión que ocurre en un momento definido. Algunas veces lo que se puede considerar como una desavenencia o disputa es realmente una falta de comprensión de las diferencias en terminología.
Los periodistas, académicos y laicos son invitados por igual a continuar sus investigaciones de la Iglesia, reconociendo el amplio y complejo contexto en el que sus doctrinas se han declarado, en el espíritu de la razón y la buena voluntad.

Fuente: http://www.mormonnewsroom.org/article/approaching-mormon-doctrine

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