Los Santos de los Últimos Días creemos que ciertas formas de c onocimiento son esenciales para la salvación y la vida eterna. (Juan 17:3). El Profeta José Smith enseñó que “un hombre no puede salvarse antes de conseguir el conocimiento necesario, ya que si no lo consigue, será llevado al cautiverio”, y así, de esta manera los seres humanos necesitamos “revelación que nos asista, y nos dé conocimiento de las cosas de Dios” (EPJS, p.217). Uno de los propósitos del sacerdocio es la autoridad de administrar el evangelio, lo que consigue que este “conocimiento de Dios” llegue a todos (DyC 84:19). A aquellos que mueren sin la posibilidad de obtener el conocimiento del evangelio de Jesucristo, se les dará la oportunidad de recibirlo y aceptarlo en la vida venidera para llegar a ser “herederos del reino celestial” (DyC 128:5; 137:7-9; 138:28-34;ver Salvación de los muertos).
El conocimiento hace posible tanto la libertad moral como la de escoger. (Juan 8:32; 2 Nefi 2:26-27; Helamán14:30-31; Moroni 7:15-17). Aquellos que reciben conocimiento son responsables de vivir de acuerdo con él. Los que pecan después de recibir el conocimiento de la verdad por revelación traen mayor condenación sobre ellos que los que lo hacen en la ignorancia. (Hebreos 10:26-27; 2 Pedro 2:20-21; Mosíah 2:36-39; Alma 24:30), mientras que la misericordia se extiende a aquellos que pecan en la ignorancia o sin el conocimiento de la verdad. (Mosíah 3:11; Alma 9:14-17; Helamán 7:23-24).
El conocimiento es uno de los dones del espíritu que se requiere conseguir a todas las personas. (1 Cor. 12: 8; Moro. 10:9-10; D y C 46:17-18). El conocimiento de la verdad del evangelio de Cristo tanto se expresa como se recibe por el poder del Espíritu Santo (Moro. 10:5; 1 Cor. 2:9-16; D y C 50:19-21). De la misma manera, el conocimiento de los misterios de Dios también viene a través de de revelación personal. Este conocimiento compartido de las cosas del Señor se encuentra disponible en las escrituras y otras enseñanzas de sus profetas.
El conocimiento está muy asociado en las escrituras con otras virtudes tales como mansedumbre, paciencia, templanza, piedad, amabilidad, y caridad (2 Pedro 1:5-7; D y C 4:6; 107:30-31; 121:41-42). Está íntimamente relacionada a la verdad; el conocimiento sincero es verdad (D y C 93:24) Se podría entender el conocimiento como una fuerza activa y motivadora más que una simple advertencia pasiva o colección de realidades. Esta fuerza se ve, por ejemplo, en las acciones de fe. (Alma 32:21-43) y obediencia (1 Juan 2:4). La palabra “conocimiento” se usa también para referirse al vacío y falso conocimiento, y al orgullo que a menudo va con el conocimiento basado en el entendimiento humano, no acompañado de la rectitud y el espíritu y conocimiento de Dios. (1 Cor 8:1-2; 2 Tim 3:7; 2 Nefi 9:28-29).
Se anima a todas las personas a estudiar concienzudamente y conseguir conocimiento tanto de las cosas celestiales como de las cosas terrenales (D y C 88:77-80). Tal conocimiento viene tanto por el estudio de las palabras de otros, como por la fe ( D y C 88:118). La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días siempre ha animado y apoyado la búsqueda de conocimiento y educación de sus miembros. El conocimiento ganado tanto por el estudio como por la fe se obtiene “línea por línea y precepto por precepto” (D y C 98:11-12;128:21). Todo el conocimiento adquirido en esta vida permanece con aquellos que lo obtienen y se levantará con ellos en la resurrección, llevando la ventaja al mundo venidero (D y C 130:18-19). La vida venidera mantiene la promesa de un “conocimiento perfecto” o entendimiento perfecto. (2 Nefi 9:13-14).
BIBLIOGRAFÍA
Reynolds, Noel B. “Reason and Revelation.” In A. Thoughtful Faith: Essays on Belief by Mormon Scholars, ed. P. Barlow, pp. 205-224. Centerville, Utah, 1986.
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