Las Cartas de Laquis

Por Jeff Lindsay
Traducción Libre: Marco Royo

En 1935 se descubrieron algunos de los documentos más relevantes de la historia del Antiguo Testamento. También son testigos brillantes de la autenticidad del Libro de Mormón. Estos antiguos escritos hebreos de la época de Jeremías señalan que son consistentes con los escritos de Nefi. Hugh W. Nibley disertó mucho de ello en su artículo "Two Shots in the Dark" en Book of Mormon Authorship (Noel B. Reynolds, ed., Provo, Utah: FARMS, 1982), pp. 103-141.

Muchas características significativas de las Cartas de Laquis que Nibley expuso, los publicó el erudito Harry Torczyner en Lachish I (Tell ed Duweir): The Lachish Letters (Oxford University Press, 1938). Incluyen elementos interesantes como la paráctica de preservar registros antiguos,las tensiones e intrigas relacionadas con las transiciones del gobierno en el reinado de Sedecías, el posible rasgo de escribir en planchas de metal, la adopción de las formas egipcias de redactar documentos en el tiempo de Sedecías, la presencia de otros profetas además de Jeremías que predicaban mensajes impopulares, la referencia a "maldecir la semilla" de alguien (que se encuentra en el Libro de Mormón en Alma 3:9 y 2 Nefi 5:23, pero no en la Biblia), etc.

A Nibley le llamó la atención de que estos documentos sean coetáneos con el lugar y tiempo críticos de la historia del Libro de Mormón y de que confirma puntos importantes que se encuentran en el Libro de Mormón. Esta aparente "coincidencia" es muy notable, al darse cuenta de que las Cartas de Laquish son "la única fuente de primera mano que sobrevive del prisma completo de la historia del Antiguo Testamento" (Nibley, p. 119).

Aun cuando se puedan decir muchas cosas, un aspecto de las Cartas de Laquis que Nibley encuentra interesante es la mención de nombres en estos documentos. Así lo cita Nibley (pp. 108-109):
Los nombres propios de las Cartas de Laquis y del Libro de Mormón pertenecen al mismo período de la historia judía. Siete de los nueve nombres propios de la Carta 1 terminan en -yahu, que luego se convertiría en -iah, y durante el período babilónico perderia completamente la "h". Las cartas Ina ll no poseen ningún nombre de Baal ni de El - la carencia de lo que se pensó sería un serio defecto del Libro de Mormón. Torczyner descubre "el deletreo de los nombres compuestos de -iah" es lo más importante.
Después Nibley menciona la abundancia de sufijos similares en nombres personales de judíos en Elefantina (Egipto), quienes al igual que los nefitas, también construyeron un templo según el modelo del Templo de Salomón.
El sufijo -yahu abunda en Elefantina, pero de una forma abreviada (-iah) que en Laquis (-yahu) cien años antes. La misma variedad de sufijos se encuentra en el Libro de Mormón, por ejemplo, el nombre de las Cartas de Laquis Mattanyahu aparece en Elefantina como Mtn, y en el Libro de Mormón tanto Matoniah como Matoni. El Libro de Mormón también tiene nombres largos y cortos como Amalickiah, Amaleki, y Amlici, cf. Elephantine MLKih (Torczyner, p. 24).
Las Cartas de Laquis también muestran que Jaush = Josh era un nombre hebreo de varón auténtico de la época de Lehi. No se encuentra en la Biblia pero sí en las Cartas de Laquis (p. 120) y en el Libro de Mormón, como el nombre de un comandante nefita (Mormon 6:14) y como nombre de una ciudad (3 Nefi 9:10).

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